Constituyendo parte de las tradiciones de Cuaresma y Semana Santa, las hermandades o cofradías de las diferentes iglesias, templos y parroquias preparan solemnes velaciones en el interior de sus edificaciones religiosas, como muestra de respeto y veneración a las imágenes que harán su recorrido procesional.
Los fieles preparan los huertos, que no son más que altares con lienzos de tela, pinturas, estructuras de madera y metal, lienzos impresos, y cortinajes especiales, flores, candelas, incienso, para ilustrar el pasaje bíblico de Marcos 14:32-42 en el que Jesús ora en el Getsemaní.
This browser does not support the video element.
"Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú", dice el pasaje bíblico.
Los elementos decorativos, la profundidad y la iluminación del altar crean efectos teatrales para la recreación de las escenas, en las que las imágenes de veneración son el centro de atención.
This browser does not support the video element.
Los altares se complementan con las frutas y verduras más utilizadas por la época y la región como zanahoria, melón, naranja, mango, piña, limón, sandía, naranja, marañón, papaya, güisquil, mandarinas, repollos esto sobre alfombras de aserrín multicolor, que constituyen verdaderas obras de arte.
Además, considerado como el aroma oficial de Cuaresma y Semana Santa, en los Huertos no pueden faltar las vainas de corozo, flor de la palma silvestre del mismo nombre.
"El aroma simboliza la Pasión de Cristo", afirman varios feligrés.