Un día después de que el Supremo Tribunal Federal (STF) rechazara el recuso (habeas corpus) presentado por Lula da Silva, el juez Sergio Moro emitió una orden de prisión en contra del expresidente brasileño.
PUBLICIDAD
Moro es el magistrado de primera instancia que desde su despacho de Curitiba se convirtió en ícono de la lucha contra la corrupción para muchos brasileños. De su pluma salieron la condena contra Lula y contra otros políticos y empresarios enredados en la denominada “Operación Lava Jato”.
El juez, citado por la agencia AFP, indicó en su decisión que le concede a Lula, “en consideración de la dignidad del cargo que ocupó”, la oportunidad de presentarse voluntariamente ante la Policía Federal de Curitiba antes del viernes a las 17:00 (hora local).
Moro prohibió, además, “la utilización de esposas en cualquier hipótesis”.
La defensa del exmandatario no se manifestó de inmediato tras la orden de arresto, pero más temprano el abogado Cristiano Zanin Martins había declarado a periodistas que no trabajaban “con la hipótesis de la prisión” inmediata.
El exlíder sindical de 72 años, favorito en las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre, es acusado de haber recibido un apartamento de lujo a cambio de favorecer OAS, involucrada en el escándalo de Petrobras.
Implicado en otros seis procesos judiciales, Lula da Silva niega todas las acusaciones y las considera parte de un complot de las élites para que no pueda volver al poder, después de haber dejado el cargo en el 2010 como el presidente más popular de la historia reciente de Brasil.