En medio de las crecientes tensiones globales en torno a Siria, el presidente Donald Trump pondera sus opciones, incluso la de atacar militarmente, para responder al presunto ataque del gobierno sirio a la población civil con armas químicas. Su embajadora en la ONU, Nikki Haley, dijo el viernes que el presidente aún no ha tomado una decisión final sobre cómo responder.
Trump preveía realizar consultas con su equipo de seguridad nacional. Días atrás tuiteó que el lanzamiento de misiles contra Siria podría suceder “muy pronto o no tan pronto”. El jueves se reunió con su Consejo de Seguridad Interior y habló por teléfono con los mandatarios de Gran Bretaña y Francia, los que han indicado que quieren castigar a Siria.
Haley dijo en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU que si Estados Unidos y sus aliados deciden actuar en Siria, será en defensa de “una norma internacional fundamental que beneficia a todas las naciones”: la prohibición de usar armas químicas.
“Estados Unidos calcula que (el presidente Bashar) Assad ha usado armas químicas en la guerra siria en al menos 50 ocasiones”, dijo Haley.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que hoy Medio Oriente está en un “pelligro” tal que amenaza la paz y la seguridad internacionales y que Siria “representa la amenaza más grave”.
El secretario de Defensa estadounidense Jim Mattis ha dicho que no se debe tolerar el uso de armas químicas. Añadió que si bien no hay pruebas contundentes, cree que el gobierno sirio es responsable del ataque del sábado pasado.
Sin embargo, Mattis también ha destacado los riesgos de la acción militar y ha dicho que Estados Unidos debe atenerse a su política de no participar en forma directa en la guerra civil siria.
“Nuestra estrategia es la misma de hace un año”, dijo. “Es la de impulsar una paz mediada por la ONU, pero al mismo tiempo mantener nuestro pie sobre el cuello de ISIS hasta que lo sofoquemos”. ISIS es un acrónimo para aludir al grupo extremista Estado Islámico.