El expresidente Otto Pérez Molina se quedó sin su casa en la playa ubicada en la aldea El Garitón, en Taxisco, Santa Rosa, valorada en aproximadamente Q7 millones.
La residencia pasó a manos de la Secretaría Nacional de Administración de Bienes de Extinción de Dominio (Senabed) a petición de la Fiscalía de Lavado de Dinero u otros Activos del Ministerio Público (MP).
La vivienda se habría adquirido en 2013 con “la coperacha” que reunieron varios exfuncionarios de gobierno para el cumpleaños del expresidente Pérez Molina, refiere una investigación del MP.
Otros bienes materializados
En los últimos años, Pérez Molina ha perdido varios de sus inmuebles, uno de ellos fue una finca de 16.79 hectáreas ubicada en Zaragoza, Chimaltenango. Adentro del terreno se encontraron caballerizas, un helipuerto y grandes extensiones de cultivos de aguacate.
También, le inmovilizaron una dos lanchas y un dingui, un bote de vela que se usa como recreo o para la enseñanza de la navegación a principiantes, los cuales estaban en una vivienda ubicada en la aldea Fronteras, en Río Dulce, en Izabal.