El expresidente de la República y alcalde capitalino Álvaro Arzú falleció el pasado viernes a los 72 años de edad, tras sufrir un infarto. Este lunes, en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, se conversó acerca de este tema y varios aspectos de la coyuntura nacional.
Como invitado en cabina participó el exministro de Estado, Richard Aitkenhead, quien lamentó el deceso de quien calificó como “líder nacional”.
Según él, al expresidente Arzú hay que verlo en el contexto de la historia y en esto hay tres elementos fundamentales en su legado:
- Firma de los Acuerdos de Paz: “El haber podido terminar un proceso de conflicto de 36 años, que terminara la muerte de gente inocentes, la confrontación. Para el país fue fundamental superar esto y él guío la última etapa de los acuerdos”, dijo el entrevistado.
- Lideró el cambio en la Ciudad: A criterio de Aitkenhead, la Ciudad de Guatemala ha tenido buenos alcaldes en su historia, pero en la alcaldía de Arzú se mostró que Guatemala tiene ahora en Centroamérica la ciudad con mejor ornato, la más limpia, avances en el tránsito. De igual forma, dijo que la idea del Transmetro fue novedosa, ya que privilegió al usuario del transporte público sobre los automovilistas. “Él en la Ciudad dejó lo que fue su contribución”.
- Servicio público: Lo importante en su gobierno fue que quitó el paradigma de que lo importante era la propiedad de las empresas de servicio público, más que la calidad en sí. “Las reformas en temas de telecomunicaciones demostraron que es más importante el acceso a tener teléfonos que quién es el propietario de las empresas de teléfonos”. En cuanto a la electricidad, explicó que anteriormente la cobertura era del 30 o 40 por ciento de hogares, pero ahora hay 90 por ciento.
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Coyuntura nacional
Acerca de cómo está la situación en Guatemala, Aitkenhead resaltó que es fundamental reformar el sistema, no destruirlo. No acabar todas las instituciones públicas, sino hacer que funcionen bien.
En ese sentido, indicó que hace falta establecer mesas de diálogo en donde se puedan abordar los cambios necesarios para temas como justicia, régimen electoral y de partidos políticos, infraestructura y priorizar los diálogos entre sectores.
“Se tienen sistemas que caducaron, sistemas que no han funcionado y que necesitan reformas”, añadió.
De igual forma, hizo referencia a que se debe avanzar en la lucha contra la corrupción e impunidad, pero que actualmente en este marco se ha tomado en el país la posición de calificar a las personas por la posición que toman.
“Hay un fanatismo como que todos son malos en Guatemala, eso no construye país, sino que destruye”, manifestó. A su criterio, y se debe continuar con las acciones para combatir estos flagelos, pero simultáneamente fortalecer las instituciones, sociedad y desarrollo económico.
Por aparte, fue cuestionado acerca de la confrontación existente entre la Presidencia y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y los rumores de una eventual expulsión del comisionado Iván Velásquez del país.
“El tema fundamental es reconocer que las personas pueden no quererse, pero se debe definir el problema y cuál es el papel de cada uno en el problema”, manifestó.
De igual forma, consideró que “no hay una justificación para sacar al comisionado de esa forma”. “Sería un gravísimo error político del país porque las autoridades que tomaran esa decisión estarían diciendo que han decidido abdicar de la lucha contra la corrupción y la impunidad”.
En opinión de Aitkenhead, así como voluntariamente Guatemala solicitó a Naciones Unidas un apoyo para crear la CICIG, debe acudir a los mecanismos establecidos en el acuerdo de creación de la comisión para resolver cualquier diferencia.