Diana estuvo más presente que nunca en la boda de Meghan y Harry, la petición del príncipe tocó el corazón de los asistentes por un profundo detalle en homenaje a Lady Di.
El novio quiso que su madre estuviera con él en el día más importante de su vida, y la hizo protagonista en un momento especial, el homenaje fue un hermoso detalle.
Desde antes de la ceremonia, el hijo menor del príncipe Carlos y Diana de Gales, dio muestras de querer tener presente a su mamá, a pesar de que han pasado casi 21 años desde su muerte.
Así, uno de los homenajes más importantes de Harry hacia ella en la ceremonia, fue pedirle a Lady Jane Fellowes, hermana de Diana, que la recordara con una bella lectura durante el servicio religioso.
Pero la elección del versículo de la Biblia no fue al azar, la tía de Harry eligió un fragmento del Cantar de los Cantares, que habla sobre la fuerza y el poder del amor.
“El amor es fuerte como la muerte, pasión feroz como la tumba. Sus “flashes” son de fuego, una llama furiosa. Las muchas aguas no pueden apagar el amor, tampoco las inundaciones pueden hundirlo”, pronunció Fellowes, en representación de la familia Spencer.
Otro de los detalles que rindieron homenaje a Diana, fue la decoración con rosas blancas, las favoritas de la madre de Harry, que resaltaban de entre toda la ornamentación floral que decoró el lugar.
A pesar de que este color de rosas es común en una boda, los críticos aseguran que este también fue un recordatorio de la verdadera esencia del príncipe.