A tan solo dos semanas de que se oficializara la fecha de la esperada reunión entre Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, el presidente estadounidense dio marcha atrás en su decisión y anunció la cancelación de la misma, argumentando “hostilidad” en una reciente declaración del gobierno de Pyongyang.
“Lamentablemente, basado en la enorme ira y abierta hostilidad mostrada en sus últimas declaraciones, siento que es inapropiado en este momento tener ese encuentro tan largamente planeado”, expresó el mandatario en una carta dirigida a su par norcoreano y divulgada por la Casa Blanca.
Por ello, añadió el presidente estadounidense, “por el bien de los dos países pero en detrimento de todo el mundo, (la cumbre) no tendrá lugar”.
El mandatario norteamericano añadió también una ominosa nota de amenaza a su Kim:
“Usted se refiere a su capacidad nuclear, pero nuestra (capacidad) es tan inmensa y poderosa que rezo a Dios que nunca tenga que utilizarla”.
En la carta, citada por la agencia AFP, Trump aseguró, no obstante, que esperaba “poder reunirse” con él.
Estados Unidos y Corea del Norte habían pactado la reunión para el próximo 12 de junio, en Singapur. En ella se esperaba que ambos líderes discutieran mecanismos para que Pyongyang interrumpiera sus programas de armas nucleares.
En ese proceso de aproximación, y como “gesto de buena voluntad”, Corea del Norte había liberado a tres ciudadanos estadounidenses que estaban detenidos en su territorio y también había anunciado el desmantelamiento una instalación nuclear.
En ese contexto, Kim llegó incluso a participar de un histórico encuentro con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, realizado en la zona desmilitarizada que divide la península.
Corea destruye sitio de ensayos nucleares
Apenas unas horas antes del anuncio de Trump, Corea del Norte había realizado la demolición de su sitio de ensayos nucleares por medio de una serie de explosiones que se extendieron durante varias horas. El proceso se llevó a cabo en presencia de periodistas extranjeros.
Las explosiones, en el lugar situado en las montañas del noreste del país, afectaron principalmente tres túneles subterráneos y varias torres de observación, según la agencia AP.
El cierre había sido anunciado por Kim Jong-un para antes de su cumbre con el Trump.
La demolición tuvo lugar al tiempo que Pyongyang lanzó una nueva salva verbal contra Washington, al calificar al vicepresidente Mike Pence de “pelele político” y afirmar que estaba tan dispuesto a encontrarse con Estados Unidos en una mesa de negociaciones como en un enfrentamiento nuclear.
El ataque a Pence, emitido en nombre de un alto funcionario de la cancillería, siguió a un fuerte regaño contra el nuevo asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, generando una nueva brecha entre ambos países y la reciente cancelación de la cumbre del 12 de junio.