Con un llamado a la unidad, a respetar la Constitución y las leyes del país, y con la reflexión de que es el “tiempo propicio para jugar nuestros movimientos y para hacer lo que nos corresponde como generación”, el presidente Jimmy Morales se pronunció este jueves en la sesión solemne para conmemorar el XXXIII aniversario de la promulgación de la Constitución Política de la República de Guatemala.
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La actividad se llevó a cabo en el Congreso, con la presencia de los presidentes de los tres organismos del Estado, de la Corte de Constitucionalidad, diputados y diferentes funcionarios.
Durante su discurso, Morales indicó que es importante transmitir la historia de un país de generación en generación para que sea conocida y que la ciudadanía pueda comprender el desarrollo de las generaciones. “Algunas han sido más valientes que otras”, pero cada una ha dado aportes significativos para el bienestar de la nación, aseguró.
El gobernante resaltó que nadie es superior a la ley. “Guatemala es una República que se fundamente en el imperio de la ley, en la que se establece la separación de poderes, el ejercicio de ciudadanía e igualdad ante la ley. En Guatemala está establecida la supremacía constitucional y nadie es superior a ella, es decir, ningún presidente de ningún organismo del Estado, ministro o secretario de Estado es superior a la ley”, dijo.
“Ningún magistrado de la Corte Suprema de Justicia, del Tribunal Supremo Electoral o de la Corte de Constitucionalidad. Ningún fiscal general, procurador de los Derechos Humanos, comisionado internacional o embajador es superior a la ley”, continuó.
Ante lo afirmado por el presidente de la República, los presentes en la actividad aplaudieron.
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Morales mencionó además: “Guatemaltecos, estamos llamados a hacer cumplir nuestra Constitución y defender nuestro sistema jurídico, y si lo hacemos valientemente, seremos un país soberano, libre e independiente, ese es el reto de nuestra generación: defender el orden constitucional, cueste lo que cueste”.
Por aparte, para hablar de la cualidad de la mortalidad y de ser finitos, el mandatario citó la frase que “alguien dijo”: “Los dioses nos envidian porque somos mortales”.
Según expuso, esa expresión se refiere a que “todo acaba, nuestro tiempo finaliza, siempre”.
En ese sentido, argumentó: “Esa cualidad de la mortalidad nos empuja a luchar por lo que queremos, porque sabemos que siempre debe haber un final y lo habrá, porque el tiempo de nosotros un día termina, por eso procuremos que cuando nosotros ya no estemos, nuestros nombres sean recordados por las próximas generaciones”.
“A esta generación yo la invito a pensar que estamos en el tiempo propicio para jugar nuestros movimientos y para hacer lo que nos corresponde”, agregó.
El presidente finalizó su discurso diciendo:“Feliz día de la Constitución”.