El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) confirmó que por medio de análisis de ADN se confirmó que los restos óseos localizados la semana pasada corresponden a la abogada Kattyna Elizabeth Acuña Jerónimo, quien fue secuestrada en agosto de 2017.
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La Policía Nacional Civil (PNC) y el Ministerio Público (MP) llevaron a cabo el pasado 31 de mayo un operativo en Tiquisate, Escuintla; y Río Bravo, Suchitepéquez, en seguimiento a las investigaciones por la desaparición de la profesional del derecho.
Como resultado, reportaron la localización de restos humanos en un inmueble ubicado en Río Bravo y anunciaron que serían sometidos a peritajes para establecer si se trataba de la víctima.
El Inacif informó por medio de un comunicado que también se realizarán análisis por parte de antropólogos forenses, los cuales servirán para establecer la forma de muerte y posible presencia de lesiones, “datos que permitirán al ente investigador ampliar sus pesquisas”.
Desaparición
El 3 de agosto de 2017, en horas de la mañana, Acuña Jerónimo salió de su vivienda ubicada en la colonia Los Sauces, municipio de Villa Nueva, Guatemala, para dirigirse a un centro educativo en donde dejaría a su hijo menor de edad.
Sin embargo, el MP logró determinar que individuos que la vigilaban le dieron seguimiento por varios minutos y posteriormente le interceptaron el paso, con el objetivo de secuestrarla.
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“Minutos después de salir de su residencia, tripulantes de dos vehículos tipo agrícola la obligaron a detener la marcha bajo amenazas de muerte y con violencia física la obligaron a descender de su vehículo y la trasladaron a otro automotor”, detalló la Fiscalía.
En tanto, el niño fue dejado dentro del carro de su madre y posteriormente fue localizado por la policía. El menor resultó sin daños físicos.
Por este caso fueron capturados ocho presuntos integrantes de una estructura criminal denominada “Los Reyes de la Carne”, a quienes se les atribuye el crimen de la abogada.
Inconvenientes con inquilinos
Su muerte estaría relacionada con el trabajo que realizó como asesora jurídica en la municipalidad de Villa Nueva, en donde como parte de sus funciones se le asignó realizar un censo en el mercado de ese municipio en el 2014.
Durante ese trabajo logró establecer que algunos propietarios de locales comerciales rentaban estos a terceras personas a un costo más elevado de lo que ellos pagaban como alquiler a la comuna.
Cuando Acuña Jerónimo reportó lo que ocurría y la municipalidad estableció que los locales debían ser ocupados por los legítimos propietarios, se iniciaron los inconvenientes para ella de parte de personas que subarrendaban los espacios.