El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) elabora un nuevo mapa de amenazas en el volcán de Fuego, según lo confirmó este viernes el director de la entidad, Eddy Sánchez. Según indicó, esto se debe a que “toda la morfología cambió” en el área tras la erupción registrada el pasado domingo.
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“Los mapas que teníamos hasta ahora van a ser obsoletos. Ya tenemos un grupo de personas trabajando en uno nuevo. Vamos a tratar de terminarlo lo más pronto posible y ponerlo a disposición para que las personas sepan que tienen nuevas amenazas o las que existían ya se acercaron más a su comunidad”, señaló.
Asimismo, dio a conocer que la entidad ha sido víctima del robo de equipamiento, por lo cual buscarán adquirir nuevos instrumentos.
“El volcán de Pacaya lo tenemos bien instrumentado. Pero en Fuego nos hace falta más equipamiento, desgraciadamente hemos tenido un fenómeno de vandalismo. Hemos instalado instrumentos alrededor de los volcanes y se roban o dañan nuestro equipo, paneles solares y antenas”.
Sánchez aseguró que cada vez tienen menos equipo, por lo cual ya se comunicaron con las autoridades con el objetivo de que se haga una nueva adquisición. El monto que se necesitaría sería de al menos Q12 millones.
“Queremos mejorar nuestra tecnología. Poner instrumentos como de ultrasonido, detectores de gas y tratar de montar sistemas de alerta temprana en todos los volcanes en coordinación con Conred”, dijo.
En tanto, el ministro de Comunicaciones, José Luis Benito, dijo que se analiza la que del fondo de emergencia se pueda tomar los fondos que se otorgarían al Insivumeh para modernizar el equipo que monitorea los volcanes.
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Riesgo latente
“Creo que las comunidades han efectuado ejercicios de evacuación y eso es ahora cuando lo tienen que poner en práctica”, refirió el director del Insivumeh con relación a la situación de las personas que residen en las faldas del volcán de Fuego.
Anoche todavía se tuvo flujos piroclásticos bajando del volcán, y en la madrugada de hoy, avalanchas de lodo o lahares descendiendo por las barrancas, mencionó. Asimismo, no descartó que la actividad del coloso persista durante varios días, ello tomando en cuenta la experiencia de 1974, en donde la actividad persistió por dos semanas y media.
“Ojalá no se vaya a prolongar tanto, porque teniendo el invierno como está cualquier fenómeno meteorológico que se pueda formar puede agravar la situación. La ceniza o material volcánico que está va a seguir liberándose y esta situación merece estrecha vigilancia”, expuso.
De acuerdo con el experto, la amenaza que persiste es que con las lluvias que se prevén para los próximos días la situación puede seguirse agravando, en vista de que las millones de toneladas de arenas volcánicas que están en los causes de ríos y en las barrancas van a bajar y eso puede ocasionar problemas.
“El volcán sigue activo, es decir que ha tenido algunos episodios que ha liberado nubes ardientes o flujos piroclásticos, que son los gases que bajan a altas temperaturas. Además, a lo largo de todas las barrancas y ríos hay árboles, rocas y muchas cosas que pueden llegar a ocasionar problemas de obstrucción de caminos y veredas que interconectan todas las aldeas y caseríos alrededor del volcán”, añadió.
En ese sentido, Sánchez consideró la necesidad de que la población y los alcaldes municipales vigilen esas amenazas.
“Las comunas tienen personal como para revisar los ríos o barrancas que pasan cerca de su población para ver cómo está la situación, si los lodos volcánicos ya se han acercado, y dar la respectiva información de manera que no los sorprenda una avalancha de lodo”, mencionó.