Las autoridades enfrentan este viernes una encrucijada respecto a si continúan o no con la búsqueda de unos 200 desparecidos tras la erupción el domingo pasado del volcán de Fuego, que se cobró al menos 99 vidas.
Los protocolos internacionales establecen que después de 72 horas de la tragedia se deben suspender las operaciones de búsqueda, al considerar que ya no hay posibilidades de encontrar sobrevivientes.
Cinco días han pasado desde que una potente erupción del volcán sepultó bajo toneladas de ceniza y arena caliente a la comunidad San Miguel Los Lotes, en el municipio de Escuintla, pero las autoridades no han descartado la posibilidad de seguir buscando víctimas.
Sin embargo, las tareas de rescate están suspendidas desde ayer por lo inestable del terreno debido a las fuertes lluvias y porque aún existe material caliente en el área devastada.
David de León, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), afirmó que las autoridades realizan evaluaciones constantemente en el área de afectación para determinar si las condiciones son seguras para que los rescatistas vuelvan a sus labores.
Ayer en horas de la noche se reportó el descenso de flujos piroclásticos del volcán. En tanto, desde la madrugada de hoy se mantienen bajando lahares por tres de las barrancas del coloso.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), se estima que estos lahares desciendan calientes, emanando vapores, transportando material fino similar al cemento y rocas de dos a tres metros de diámetro, así como troncos de árboles.
La tragedia
El volcán, de 3 mil 763 metros de altura, situado entre los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, registró el domingo su erupción más fuerte de las últimas cuatro décadas, que dejó al menos 99 muertos y 197 desaparecidos.
La furia desatada por el coloso dejó además 58 personas heridas y 12 mil 407 evacuadas, de las cuales 4 mil 137 fueron llevadas a 21 albergues, según el último balance divulgado por la Conred.
Maquinaria pesada
El jueves, socorristas, policías y soldados no pudieron ingresar al área de impacto, pero sí maquinaria pesada para comenzar a retirar escombros y a limpiar la llamada "zona 0".
Ante la suspensión de las operaciones de búsqueda y rescate algunos familiares de víctimas se arriesgaron y entraron por su cuenta al sitio de la tragedia, pese a la restricción anunciada por la policía.
Los agentes montaron un centro de control sobre la carretera para impedir el acceso a las personas, sin embargo dolidos familiares se escabulleron por otros lugares para evadir a las autoridades, principalmente atravesando sembradíos de café.
"Ya no los vamos a recuperar completos (los cuerpos), ahora aunque sea en pedazos que los encontremos", comentó resignado Luis Vásquez, al aceptar el ingreso de maquinaria pesada para demoler la vivienda de su familia y buscar los restos de siete allegados que perdió en la erupción.
* Con información de la agencia de noticias AFP.