La política migratoria de Estados Unidos que ha generado la separación de cientos de familias migrantes fue analizada este miércoles en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas. Además, se abordó el tema del retiro de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Como invitados en cabina participaron Fernando Carrera, economista, analista político y excanciller; y Juan Callejas, analista político, mercadólogo y experto en estrategias políticas y de comunicación. Mientras que por la vía telefónica se conversó con Alfredo Brito, secretario de Comunicación Social de la Presidencia; y Arturo Martínez, periodista de la Voz de América que realiza la cobertura de esta problemática en la frontera de McAllen, Texas.
Diferentes críticas se generaron con relación a que la respuesta del Gobierno de Guatemala para rechazar la política de EE. UU. habría sido tardía, tomando en cuenta que otros países como México, El Salvador y Honduras, se pronunciaron para pedir respeto a sus ciudadanos que han viajado a Estados Unidos.
Guatemala, por su parte, planteó su postura por medio del vocero presidencial Heinz Hiemann, cuya remoción del cargo se anunció ayer. “Ellos (EE.UU.) tienen su política exterior en temas migratorios. Somos respetuosos de la política exterior”, expresó el entonces portavoz el pasado lunes.
Mientras que ayer, el gobierno emitió un comunicado asegurando que “lamenta, condena y rechaza la política migratoria impulsada por el gobierno de Estados Unidos, por considerar que viola los derechos humanos y destruye la unidad familiar”.
Incluso la congresista estadounidense de origen guatemalteco, Norma Torres, se pronunció ante lo que calificó como una “negativa” del Gobierno guatemalteco a defender a los niños, lo cual consideró como “inexcusable”.
Acerca de esto, el excanciller Fernando Carrera indicó que hubo una evolución en la posición del Ejecutivo, pues al inicio no se enfocó en enfrentar la posición de EE. UU. A su criterio, lo dicho por Heinz mostró un tono conciliador con la posición de la administración de Trump y señaló algo que hasta el mediodía de ayer reflejaba una posición muy débil de parte de Guatemala.
“La posición del Gobierno fue cambiando a raíz de la presión internacional. Había un coro internacional contra esa política migratoria”, manifestó.
“Está claro que existió una posición inicial que la expresó el exvocero del Gobierno y esas declaraciones fueron recibidas muy mal a nivel internacional, se consideró que, de todos los gobiernos involucrados en el caso, era la única posición disonante en el sentido de condenar la política de Trump”, añadió el excanciller.
Por aparte, Callejas señaló que lamentablemente “el país está en manos de un Gobierno inepto”, con un presidente que no ha sabido responder a las demandas y necesidades del país.
“Es complejo para cualquier vocero de cualquier país ejercer esa labor, más aún para un Gobierno que no tiene dirección, pues la vocería se vuelve más complicada, circunstancial, improvisada, buscando cómo salir con la mejor solución que se le ocurra en ese momento”, dijo.
A su criterio, la remoción de Hiemann de su cargo, es una válvula de escape del Gobierno en este momento. “El vocero ya traía algunas dificultades con el tema de la Contraloría (por tener doble contrato en entidades públicas) y eso va camino a una situación legal más compleja para él”, dijo.
“La salida o expulsión tan inmediata del vocero es un fusible más que se está quemando y a partir de acá van a empezar a surgir otras situaciones similares en el Gobierno”, expuso el experto.
Al ser consultado acerca de los motivos que tuvo el Gobierno para cambiar el discurso en torno a la separación de familias en Estados Unidos, el secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Alfredo Brito, aseguró que no fue así.
“Sencillamente el portavoz en ese entonces dio unas declaraciones con respecto a que se respetaba la política de los Estados Unidos. La Cancillería estaba dando acompañamiento y revisando dónde estaban los menores separados. El tema de la niñez preocupa al gobierno, al Estado y por supuesto al presidente”, resaltó.
“La separación de la familia conlleva mucho dolor y nosotros ante esa situación no podemos ser indolentes. Por eso como gobierno lamentamos, condenamos y rechazamos la política migratoria que separa las familias. Estamos preocupados y seguiremos trabajando en pro de las familias y niños”, aseguró.
Política consistente
La situación es tensa en la frontera de McCallen, Texas, según lo relató el periodista Arturo Martínez, quien realiza una cobertura en el lugar. “Alojan a los menores en otros lugares. Hay niños durmiendo sobre colchonetas en el suelo y entre rejas”.
Según dijo, esa es una ciudad fronteriza donde es habitual el paso de migrantes y muchos de ellos comentan que huyen de la violencia en sus países y que no tienen otra alternativa. “En su mirada de desesperación se ve un brillo de esperanza por querer rehacer sus vidas”.
“He hablado con madres que han pasado por el proceso migratorio. Una mujer de Guatemala vino con sus dos hijos, dijo que salió de su país hace 15 días. No esperaba este trato en EE.UU. tras cruzar con una gran odisea todo México”, señaló.
“Cuando llegó escuchó decir a otras madres que las habían alejado de sus hijos y temió que la separaran, pero tuvo suerte y no la separaron”, agregó.
Callejas resaltó que el gobierno de Estados Unidos ha sido consistente en el tema migratorio, pues desde la campaña de Trump y su toma de posesión, mencionó cómo sería manejado y es algo que se está cumpliendo y seguirá siendo así.
Para el experto, el asunto es cómo los gobiernos de la región, incluidos México, Honduras, El Salvador, Costa Rica y el resto de América Latina, asumen estrategias y definen un camino para generar las alianzas necesarias, porque la ruta trazada por Trump seguirá cumpliéndose.
Por su parte, Carrera dijo que políticamente hay tres cosas que tienen que hacerse de parte del Gobierno de Guatemala ante esta situación, y debieron hacerse incluso desde el fin semana:
- Rechazar la política del gobierno de EE.UU. de manera pública, pues “esto motiva y respalda a nuestros migrantes en la lucha por el respeto de sus derechos humanos. Es un asunto de principios”.
- Orientar sobre qué cosas se pueden hacer para que los niños y familias puedan tener más contacto, ya que “aún manteniendo los principios inhumanos de separación familiar hay formas de que tengan contacto y los padres sepan cómo están sus niños”.
- Fortalecer el programa de protección consular, destacando personal para operar dentro de Estados Unidos como apoyo para mejorar la cobertura de una crisis como esta.
Salida del Consejo de DDHH
Estados Unidos se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la ONU el martes, considerándolo una "cloaca" de prejuicios políticos y condenando la "hipocresía" de sus miembros y su alegado "sesgo continuo" contra Israel.
La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, viajó a Washington para anunciar la decisión junto con el máximo representante diplomático del presidente Donald Trump, el secretario de Estado, Mike Pompeo.
El excanciller Carrera dijo que la salida de EE. UU. del Consejo obedece a una petición que había planteado el gobierno de Israel de que la nación norteamericana apoyara la visión de que este organismo intergubernamental tenía una posición contra Israel, y que estaba compuesto por países con récord pobre de derechos humanos.
“No creo que sea un tema de coyuntura, es una definición de estrategia de la administración Trump. No es por migración, sino por apoyar al gobierno de Netanyahu de que el consejo tiene una visión antiisraelí. La decisión se tomó desde semanas atrás”, dijo el diplomático.