Aunque el mundo se vea amigable y amplio para la comunidad LGBTIQ y ningún territorio –si hablamos de sociedad y cultura– es vedado en apariencia, la realidad es otra: En 72 países del mundo todavía es penalizado con muerte o cárcel tener relaciones homosexuales, vestirse en vía pública con el género no asignado al nacer u otras orientaciones. Por eso, para una persona que es abiertamente partícipe de la comunidad es muy difícil llegar a explorar un mundo en el que no se sienta cómoda y segura. Y basados en esta necesidad de mercado, más las luchas que ha dado el colectivo para establecer sus derechos ciudadanos desde hace años (entre ellos, el de la adopción), muchas agencias y asociaciones han creado desde hace tiempo servicios donde se muestran los restaurantes, bares, actividades y lugares donde una persona puede ir sin complicaciones. Porque puede que aún haya mucha discriminación, pero no se puede desconocer el poder del “pink money”.
Con este término se reconoce al mercado gay como un grupo con alto poder adquisitivo. De hecho, para 2015, se estableció en una investigación de Witeck Communications que la comunidad queer estadounidense tenía un poder adquisitivo estimado en casi un billón de dólares y que las parejas gay ganaban más que las heterosexuales.
Y si se habla de turismo, no se puede subestimar un mercado que tan solo en ese país, representa un estimado anual de 65 millardos de dólares y casi la misma cifra en Europa, según la Asociación de Turismo Gay Europea.
Y ese es el reto para un estilo de vida que ha sido debatido desde su concepción: Seguir haciendo del mundo un lugar amigable, abierto y desprejuiciado, en todo sentido.
Análisis | John Tanzella, presidente IGLTA
“Los gobiernos y negocios alrededor del mundo han reconocido los derechos de los LGBTIQ en la sociedad y que necesitan ser tratados con igualdad. Son una comunidad que viaja mucho y con poder adquisitivo. La comunidad es leal a negocios que soportan y están comprometidos con ella a largo plazo. Por ello, creamos International Gay and Lesbian Travel Association en 1983, y soy su presidente desde hace 11 años. Somos una organización que provee opciones seguras y amistosas de viaje para la comunidad LGBTIQ. No somos una agencia. Mandamos viajeros a nuestros miembros. Proveemos recursos para viajes y opciones para lugares gay friendly y lugares neutrales. Eventos, hoteles, destinos, tratamos de ayudar a la comunidad para que los encuentre alrededor del mundo y trabajamos en 83 países”.
* Con información de Luz Lancheros/Publinews Internacional