Un momento de sosiego ante el caos que se vive en la frontera entre Estados Unidos y México se dio este viernes, ya que una madre migrante guatemalteca pudo reencontrarse con su hijo menor de edad, quien había sido separado de su lado desde hace más de un mes.
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Se trata de Beata Mejía Mejía, la connacional que demandó al gobierno del presidente Donald Trump por haberla apartado de su pequeño Darwin, de 7 años.
De acuerdo con una nota del medio internacional de noticias BBC Mundo, en la que se cita parte de la demanda civil, la connacional de 38 años cruzó la frontera junto a su pequeño “aproximadamente el 19 de mayo”, cerca de la ciudad de San Luis, Arizona.
Ese sábado, ella fue detenida y solo pudo tener a Darwin hasta el lunes, cuando se lo llevaron y ya no supo de él. “Se llevaron a mi niño y yo me quedé encerrada”, dijo la mujer, y aseguró que ningún funcionario le brindó información sobre a dónde sería llevado el niño.
Transcurridos más de diez días de su detención, Mejía fue trasladada a un centro en Eloy (Arizona), en donde pidió detalles del paradero de su hijo y solamente se le proporcionó un número de teléfono para que consultara, pero “nunca” obtuvo respuesta a sus llamadas.
Por medio de Nexus Services, la compañía que se encargó de la representación legal de la guatemalteca, se realizaron las gestiones correspondientes y la solicitud de asilo de Mejía fue considerada como creíble por funcionarios de inmigración, tras relatar cómo en su país había sido víctima de violencia de parte de su pareja.
Fue finalmente el 15 de junio cuando Mejía fue liberada luego de que sus abogados pagaran una fianza, cita la nota de prensa.
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Los intentos por reencontrarse con Darwin, o al menos conversar con él y conocer su estado, dieron fruto y logró comunicarse vía telefónica unos días después; sin embargo, aunque esa llamada le permitió tener algo de tranquilidad al oír su voz, también le generó preocupación.
"Lo sentí triste y mi niño no es así, es bien dinámico. Como toda madre que conoce a sus hijos, lo sentí mal", señaló la migrante en declaraciones a la BBC.
El reencuentro
La desesperación se apoderó de Mejía esta semana, después de que inicialmente le dijeran que podría reunirse con su pequeño, y después le indicaron que no sería posible por el momento.
El encuentro estaba previsto para el miércoles, pero por medio de un mensaje de texto se les informó a los abogados que Darwin ya no abordaría ese día el vuelo que lo llevaría a donde estaba su mamá.
Fue hasta el jueves cuando se indicó que el menor sería “liberado” del refugio en Phoenix, Arizona, donde permanecía.
Y hoy, en el Aeropuerto Internacional Thurgood de Baltimore, entre lágrimas y sonrisas, se dio el emotivo encuentro.
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“Te amo”, le dijo Beata a Darwin, mientras le cubría la espalda con una manta. Posteriormente, madre e hijo se fundieron en un abrazo.
“Tolerancia cero”
El Gobierno de Estados Unidos implementó recientemente la medida de separación de familias migrantes, lo cual generó una ola de indignación a nivel internacional, por considerarse una práctica inhumana.
Tras fuertes pronunciamientos de parte de distintas naciones y organismos, se indicó que se establecería una medida para poner fin a esta política, que hasta ahora había separado a por lo menos 2 mil 300 niños de sus padres.
Aunque el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para frenar estas acciones, no se indicó cuál sería la metodología para la reunificación familiar. Los niños siguen separados en centros de detención u hogares de acogida, a veces a más de 3 mil kilómetros de donde están sus padres o tutores.