Con más de la mitad de las papeletas escrutadas, Recep Tayyip Erdogan recababa un 56.5 % de los votos en las elecciones presidenciales en Turquía, por delante de su principal competidor, el socialdemócrata Muharrem Ince.
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Erdogan necesita más del 50 % de los votos para evitar una segunda vuelta de las presidenciales, que se celebraría el 8 de julio. Los resultados podrían cambiar considerablemente a medida que avance el escrutinio.
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Desde el ascenso al poder del partido islamo-conservador AKP, Erdogan se ha erigido como el dirigente turco más poderoso, transformando el país con unos megaproyectos de infraestructuras y reformas en la sociedad.
Pero sus detractores acusan al "rais" de 64 años de llevar a cabo una deriva autocrática, en particular desde la intentona golpista de julio de 2016, que estuvo seguida de una ola de represión sin merced contra opositores y periodistas y que tensó las relaciones entre Ankara y Occidente.
Unos 56 millones de electores estaban llamados a las urnas en estos dobles comicios, especialmente importantes, pues marcarán el paso del sistema parlamentario en vigor a un régimen ultrapresidencial ideado por Erdogan pero muy denostado por sus opositores.
Luego de votar en la parte asiática de Estambul, Erdogan defendió esta transformación que calificó como "revolución democrática".
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El dirigente pensaba tener todas las cartas en la mano al convocar estas elecciones durante el estado de emergencia y más de un año antes de la fecha prevista, pero la degradación de la situación económica y un auge inesperado de la oposición amenazaban con alterar sus planes.
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*Con información de AFP y AP