El régimen de Damasco y su aliado ruso bombardearon por aire este miércoles territorios rebeldes del sur de Siria, matando a civiles e inutilizando tres hospitales, en el marco de una ofensiva para reconquistar esta estratégica región.
PUBLICIDAD
Tras haber consolidado su poder en la capital Damasco y sus alrededores, el régimen de Bashar Al Asad se concentra ahora en el sur, una sensible región que bordea la frontera con Jordania y los Altos del Golán, en parte ocupados por Israel.
Las fuerzas de Asad, apoyadas por bombardeos rusos, atacaron sectores rebeldes de la ciudad de Deraa, tras una semana de violentos ataques contra la parte oriental de la provincia del mismo nombre.
Al menos ocho civiles murieron este miércoles en estos bombardeos contra posiciones rebeldes, elevando a 54 el número total de víctimas entre la población desde el inicio de las operaciones en la provincia, el 19 de junio, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Hospitales inutilizados
Los ataques aéreos dañaron también los hospitales de las localidades de Saida, Al Mseifra y Al Jiza, en manos rebeldes, indicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
"El hospital de Saida está fuera de servicio desde la madrugada del miércoles por ataques aéreos no identificados cerca de las infraestructuras", indicó.
Según Abdel Rahman, otros bombardeos identificados como rusos, alcanzaron el sector del centro médico de Al Mseifra y tuvo que cerrar, igual que el de Al Jiza.
PUBLICIDAD
Con ellos, son ya cinco los hospitales inutilizados en este sector desde el 19 de junio.
El sector es estratégico dada su cercanía geográfica con Israel y Jordania. Hasta ahora en el sur de Siria había una relativa calma, en un país destrozado por una compleja guerra comenzada en 2011 y que dejó más de 350.000 muertos.
La zona era objeto desde julio de 2017 de un alto el fuego negociado directamente entre Rusia, Jordania y Estados Unidos.
El régimen sirio, que encadena las victorias desde que recibiera el apoyo militar ruso, controla ya 65% del territorio nacional y está dispuesto a asentar su poder en el conjunto del país.
Pero los civiles son una vez más las víctimas colaterales de los combates.
Así, 750.000 civiles que viven en las zonas rebeldes del sur de Siria están amenazados por las operaciones del régimen, advirtió recientemente la ONU.
Además, desde hace una semana los combates y bombardeos aéreos concentrados en el este de la provincia de Deraa obligaron a huir a 45.000 civiles, un éxodo sin precedentes en esta región, según la ONU, desde el inicio de la guerra.