El papa Francisco aceptó el jueves las renuncias de otros dos obispos chilenos, en una nueva repercusión del escándalo por abuso sexual de menores.
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El mes pasado, los 31 prelados chilenos en actividad presentaron sus renuncias por no haber sabido proteger a los niños de los curas pedófilos.
El Vaticano informó que Francisco aceptó las renuncias de los obispos de Rancagua, Alejandro Goic Karmelic, y Talca, Horacio del Carmen Valenzuela Abarca. Con éstas, suman cinco las renuncias aceptadas.
En la diócesis de Rancagua hay 14 sacerdotes acusados de mantener relaciones sexuales con menores. El obispo Goic había presidido la comisión de protección de menores de la iglesia chilena.
Todo el episcopado chileno había presentado conjuntamente su dimisión el 18 de mayo tras una serie de encuentros con el papa Francisco en el Vaticano, un paso inédito en la historia reciente de la Iglesia católica.
Otras renuncias
Una de las renuncias aceptadas previamente fue la del obispo de Osorno, Juan Barros, quien anteriormente había sido un estrecho colaborador del cura pedófilo más conocido de Chile.
Barros fue defendido por el Papa durante su viaje en enero a Chile, y dos obispos de más de 75 años que alcanzaban la edad para retirarse.
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Barros está acusado de encubrir los abusos sexuales reiterados del influyente sacerdote Fernando Karadima, condenado en 2011 por el Vaticano a una "vida de oración y penitencia" luego de que la justicia local declarara prescritos los cargos por abuso sexual.
En abril, el Papa recibió a tres víctimas de Karadima a quienes pidió perdón.