Los socorristas intentarán este lunes su segundo día de riesgosas operaciones para sacar a nueve jóvenes fútbolistas que siguen atrapados en una cueva inundada en Tailandia, un día después de que buzos de élite lograran sacar a cuatro niños.
Tailandia entera espera un final feliz para estos 12 niños y su entrenador de 25 años atrapados en la cueva de Thuam Luang, en el norte del país, desde el 23 de junio, un accidente que atrajo a esta zona del mundo a cientos de periodistas de medios extranjeros.
La lluvia monzónica que amenaza con más inundaciones en esta compleja red subterránea, de unos diez kilómetros de largo, es el principal desafío para los socorristas, que temen nuevas precipitaciones antes de que logren sacar a todo el grupo.
El equipo de fútbol "Jabalíes salvajes", integrado por 12 niños de entre 11 y 16 años y su joven entrenador, pasó nueve días en las profundidades de la cueva antes de que dos buzos británicos los encontraran la semana pasada. Demacrados pero vivos, los menores estaban encaramados en una roca, a más de cuatro kilómetros de la entrada de la cueva.
El domingo, la compleja operación de rescate empezó con éxito al salvar a cuatro de ellos, gracias al trabajo de buzos experimentados que los guiaron a lo largo de un camino tortuoso, con tramos inundados y pasadizos muy estrechos, especialmente uno en el cual es necesario contorsionarse y que es la pesadilla de la célula de crisis.
Bautizados por las redes sociales como "Jabalíes salvajes 1, 2, 3 y 4", los cuatro niños están "a salvo", anunció el domingo por la noche el jefe de rescate tailandés, Narongsak Osottanakorn, sin brindar detalles sobre el estado de salud ni la identidad de estos primeros evacuados.
Sin información
Es probable que las operaciones para sacar al resto se reanuden el lunes, dijo Narongsak Osottanakorn, también gobernador de la provincia de Chiang Rai.
"Hemos estado trabajando toda la noche", declaró a la AFP un funcionario de la administración de esta provincia, confirmando que solo hicieron una pausa en la operación.
Esta falta de detalles se suma a la angustia de los padres que esperan en la entrada de la cueva para reunirse con sus hijo.
"Todavía estoy esperando aquí en la cueva, cruzo los dedos para ver si mi hijo estará entre los que saldrán hoy", dice Supum Sompiengjai, la madre de Pheerapat, a quien llaman "Night".
"Escuchamos que hay cuatro niños pero no sabemos quiénes son. Varios padres siguen esperando. Ninguno de nosotros ha sido informado de nada", agregó al reconocer que está "feliz" ante la perspectiva de volver a ver a su hijo.
Además de las dificultades a lo largo del recorrido que hay que hacer bajo del agua, la situación se complica por el hecho de que muchos niños no saben nadar y ninguno ha buceado. Un ex buzo de la Marina tailandesa murió mientras participaba de las labores para preparar la operación de evacuación, lo que demuestra la gran dificultad de esta misión, incluso para los más expertos.
Amenaza de lluvia
La falta de espacio también se suma a la complejidad de las operaciones ya que los rescatistas deben colocar suficientes botellas de oxígeno en la ruta de salida.
El lunes en la mañana llegaron ambulancias cerca de la entrada de la cueva.
La gran cantidad de periodistas de toda Tailandia y del mundo se mantienen alejados de la cueva y también del hospital de Chiang Rai, donde los cuatro supervivientes están bajo observación.
La familia de "Night" cree que decidieron explorar la cueva después de su entrenamiento de fútbol para celebrar su cumpleaños, cuando cumplió 16 años. Fueron entonces sorprendidos por la subida de las aguas al interior de esta larga cueva situada en la frontera con Birmania y Laos.
Después de haber sido descubiertos por los buzos británicos, los rescatistas analizaron desesperadamente todas las soluciones posibles, desde la perforación de túneles en las montañas hasta la posibilidad luego descartada de que esperaran durante semanas que terminara la época del monzón.
Pero ante la amenaza de nuevas lluvias y niveles más bajos de oxígeno en la galería donde el grupo encontró refugio, las autoridades decidieron el domingo jugarse el todo por el todo e iniciar la evacuación con tramos de buceo, tras considerar que las condiciones eran ideales.
Se espera que el jefe de la junta en el poder en Tailandia desde el golpe de Estado en 2014, el general Prayut Chan-O-Cha, viaje a esta zona este lunes en la tarde.