El presidente Donald Trump se quejó de que “parece cada vez más obvio” que “espiaron ilegalmente” contra su campaña presidencial del 2016 para beneficiar a sus rivales políticos.
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Fue la reacción de Trump a la divulgación de documentos el sábado que fundamentaron la autorización de grabar las conversaciones de un ex asesor de campaña, Carter Page.
El domingo, sostuvo que la investigación sobre la posibilidad de que Rusia confabuló con su campaña para ganar las elecciones “¡Es un fraude ilegal!”
Los documentos eran parte de la solicitud para autorización de vigilancia, presentados ante un tribunal que se encarga de casos de espionaje. El tribunal aprobó vigilar las comunicaciones de Page.
Documentos judiciales, a pesar de tener secciones censuradas, muestran que el FBI le dijo al tribunal que Page "ha estado colaborando y conspirando con el gobierno ruso" y que “el FBI cree que Page ha sido blanco de los intentos del gobierno ruso por reclutarlo”.
La espía rusa
La versión estadounidense sobre la conversación telefónica entre los máximos diplomáticos de Estados Unidos y Rusia no hace mención alguna de la mujer arrestada en Estados Unidos, acusada de ser una espía rusa, a pesar de que el gobierno ruso dice que sí fue parte del diálogo.
Según el documento emitido el domingo por el Departamento de Estado, los dos diplomáticos hablaron “de una amplia variedad de temas” como Siria, medidas contra el terrorismo, el diálogo entre empresas rusas y norteamericanas y “accesos diplomáticos”.
Pero el sábado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia emitió un comunicado afirmando que el ministro Serguei Lavrov se quejó con el secretario de Estado Mike Pompeo por el arresto “en base a acusaciones inventadas” y “la necesidad de dejarla en libertad en breve”.