Por orden del Juzgado de Mayor Riesgo B, el expresidente Otto Pérez Molina, quien está sindicado en varios casos de corrupción, deberá regresar a la cárcel.
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Miguel Ángel Gálvez, titular de la referida judicatura, ordenó al Sistema Penitenciario (SP) trasladar al exgobernante al Mariscal Zavala, en donde guarda prisión preventiva desde 2015.
El sindicado tiene más de dos meses de estar internado en el Centro Médico Militar, en donde es tratado por padecimientos cardiacos.
La decisión de Gálvez se da luego de que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), emitiera un nuevo informe en el cual establece que Pérez puede permanecer en el centro de detención y tener tratamiento ambulatorio.
César Calderón, abogado defensor de Pérez, dijo a Emisoras Unidas que no se oponen a lo ordenado por el juez, aunque el riesgo se mantendrá para el exgobernante por permanecer en un lugar no adecuado tomando en cuenta su condición. Si algo le sucede será Gálvez el responsable, pues es él quien toma los riesgos, aseguró.
Estado de salud
En declaraciones brindadas recientemente a Emisoras Unidas, el director de esa entidad, Fanuel García, señaló que son varios los informes que se han realizado con relación a la salud del expresidente, y en estos se ha indicado que su estado no amerita que reciba cuidados intensivos en un hospital.
De acuerdo con el funcionario, en todos los análisis practicados se ha tenido como resultado que el exmandatario padece de una enfermedad cardiaca desde tiempo atrás, para lo cual ya cuenta con un tratamiento. Asimismo, no se ha detectado que haya un nuevo padecimiento.
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Por su parte, el exgobernante ha hecho público que padece “fibrilación ventricular maligna” y que tiene implantado un cardiodesfibrilador. Según sus palabras, esta condición médica podría causarle una muerte súbita.
Pérez Molina enfrenta proceso en al menos tres casos de corrupción, en donde el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) lo vinculan con una serie de irregularidades cometidas antes y durante su gobierno, en conjunto con la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, quien también permanece en prisión y ya enfrenta un primer juicio.