El futuro legal y migratorio del excandidato a la presidencia, Manuel Baldizón, aún es incierto.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) informó que el 20 de julio, Baldizón presentó una apelación en Estados Unidos, con la cual busca detener su deportación.
En el centro de detención Krome, en Miami, donde Baldizón está detenido desde el 21 de enero de 2018, se informó que su acción aún está pendiente de resolverse.
El exdiputado y fundador del cancelado partido Libertad Democrática Renovada (Líder) fue detenido en Estados Unidos cuando intentó ingresar a ese país con su visa vencida.
El expolítico tiene orden de deportación.
Se retracta
Baldizón, en un campo pagado publicado ayer en un medio de comunicación nacional, ofreció una disculpa pública y dijo estar dispuesto a enmendar los “errores cometidos y a resarcir” a la sociedad guatemalteca.
La Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) lo señalan del delito de asociación ilícita, cohecho pasivo y lavado de dinero por el caso “Odebrecht”.
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En el caso también está vinculado el prófugo exministro de Comunicaciones, Alejandro Sinibaldi.
Análisis: “Busca un trato diferenciado”
Christian Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos.
Con el campo pagado de Baldizón queda en evidencia que él busca una negociación, quiere los mismos beneficios que se le han dado a los empresarios que han sido señalados de corrupción.
Él sabe que probablemente va a ser deportado de Estados Unidos por su situación migratoria irregular en ese país y adelantándose a eso, manda un mensaje de querer colaborar con la justicia guatemalteca que lo vincula con el caso “Odebrecht”.
Baldizón no quiere que el día que regrese al país haya un despliegue policial, ni que lo capturen y aparezca en los medios de comunicación. Él le está apostando a tener una negociación a cambio de un trato diferenciado.