La policía del cantón de los Grisones informó que 20 pasajeros murieron a bordo de un avión militar de colección que se estrelló la tarde del sábado contra la vertiente oeste del pico Piz Segnas, en los Alpes.
"La policía tiene la triste certeza de que los 20 pasajeros murieron", declaró la portavoz Anita Senti en una conferencia de prensa organizada en Flims, al pie del Piz Segnas, una montaña de 3 mil metros.
El avión, un trimotor Junkers JU52, construido en 1939 en Alemania, pertenecía a la compañía JU-Air, creada en 1982 por un grupo de amigos de la Fuerza Aérea.
En el momento del accidente, el avión tenía todas sus plazas ocupadas, las 17 de pasajeros y las de los 3 miembros de la tripulación. A bordo viajaban 11 hombres y 9 mujeres, entre ellos una pareja austríaca y su hijo, indicó la policía.
Varios helicópteros participan en las operaciones de búsqueda.
"Ya no hay ninguna esperanza de hallar a alguien con vida", declaró por su parte Andreas Tobler, jefe de la policía cantonal de Grisons.
Kurt Waldmeier, presidente de la compañía JU-Air, afirmó a la prensa que el aparato no tenía ningún problema técnico y que en julio fue sometido a una inspección de mantenimiento.
En su sitio web, la empresa JU-Air indica que tiene 4 aparatos Junker de 1939 y que transportó a más de 14 mil pasajeros en 2014 en vuelos chárter o en bautismos aéreos. Sus pilotos son exmilitares y pilotos profesionales, todos voluntarios.
Solo menciona un accidente, en 1987, en el aeropuerto de Coblenza, en el centro de Alemania, que no habría dejado víctimas.
Este tipo de aparatos no tiene cajas negras, por lo que la investigación se basará en testimonios y en el análisis de los restos.
El Junckers JU52 (apodado "Tía Ju", en alemán) era un avión de transporte fabricado por la firma alemana Junckers desde 1930 y hasta los años 50. Fue utilizado por varias compañías aéreas así como por la aviación militar, para el transporte o bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial.
Según la prensa suiza, los pasajeros regresaban de un viaje turístico en Locarno, en el sur de Suiza, adonde habían llegado el viernes por la mañana.