Aunque el sector cafetalero pide mayor apoyo por las autoridades del gobierno para reactivar esa actividad económica que tiene presencia en todo el país, el vicemandatario Jafeth Cabrera, aprovechó el espacio para criticar el atraso en los procesos penales y recordó la muerte del exdiputado Manuel Barquín.
“Si esa mentalidad de querer obtener el poder a través de engañar a la población se mantiene Guatemala no va a cambiar, miren lo que ha sucedido con el poder judicial, dos médicos muertos en prisión sin apertura de juicio. La ley dice que en tres meses se debe presentar las pruebas por el Ministerio Público y empezar el juicio a alguien que supuestamente tiene una culpa, pero no acá sucede lo contrario, primero los apresan y después de cinco o seis años se dan cuenta que no tenían culpabilidad y los dejan libres a unos o muertos a otros como lo que sucedió con un diputado”, resaltó Cabrera.
El vicemandatario recordó que los problemas en diferentes sectores tienen más de cien años, por lo que ellos han sido facilitadores y han escuchado a todos los sectores, como es la reactivación del fideicomiso al sector cafetalero, por lo que pidió la unidad para que el país cambie.
Cabrera agregó que el país atraviesa por una problemática de identidad nacional y la situación de migración se debe a procesos económicos.
Recuerda vencimiento a la guerrilla
Mientras que el titular del Congreso, Álvaro Arzú Escobar, reconoció la labor del café como pilar de la economía y desarrollo, porque enriquece las culturas sin dejar la cohesión social, recordó a algunos detractores que atacan al sector para entorpecer el futuro.
“La Guatemala de hoy es infinitamente más compleja que la de ayer, tristemente sabemos que todo comenzó cuando la ley internacional prevaleciera de hecho sobre la ley constitutiva de nuestro país. Así comenzó lo peor que puede sucederle a una familia, a una nación, la división interna, el enfrentamiento ideológico y nuestra democracia incipiente, nuestro aprendizaje paulatino pero inexorable de nuestros derechos y libertades de pronto se convirtió en un maniqueísmo que hoy nos asfixia y amenaza con convertirse en un totalitarismo sectario en un gobierno de la venganza y resentimiento”, mencionó el diputado.
Además, indicó que el dinero político, mucho del que proviene del extranjero, paralizó a la sociedad en tan solos unos años, le dio vida a un cadáver político que la sociedad ya había calificado como nocivo, estéril y peligroso para la búsqueda del bien común y destino propio, pues la derrota militar de la guerrilla fue confirmada en varias elecciones después de la firma de la paz.
“El negocio de los derechos humanos, la mentira de la lucha contra la corrupción que comenzó con buenas intenciones pero pronto algunos grupos la utilizaron como una herramienta de persecución política y económica”, recordó Arzú Escobar.