A finales de junio, los dirigentes de la emblemática marca estadounidense Harley-Davidson anunciaron que tenían previsto trasladar a Europa la parte de su producción destinada a este mercado.
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La decisión fue tomada para evitar el aumento de los aranceles que pasaron de 6 % a 31 % para los productos de la marca que ingresen a suelo europeo, en represalias por las tasas aduaneras fijadas por Washington a las importaciones de acero y aluminio.
"Varios propietarios de Harley Davidson prevén boicotear a la empresa si la producción parte al extranjero. ¡Perfecto!", escribió el presidente Donald Trump, en Twitter.
"La mayoría de las empresas vienen hacia nosotros, incluidas las que son competencia de Harley", añadió el mandatario, al mismo tiempo que enfatizó que la marca tomó "una muy mala decisión".
Trump ya había arremetido en contra de la marca de motocicletas cuando esta anunció su decisión. "Yo hice tanto por ustedes y ustedes hacen esto", lamentó en ese entonces, un poco más de un año después de haber recibido con gran pompa a los directores Harley-Davidson en la Casa Blanca.
"No lo olvidaremos, sus clientes tampoco".
Para Harley-Davidson, Europa es su segundo mayor mercado, después de Estados Unidos. El año pasado reportó un volumen de ingresos por 521 mil 800 millones de dólares y ganancias por 5 mil 600 millones.
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El conflicto comercial con la Unión Europea fue desencadenado por la administración Trump con la imposición de aranceles sobre el acero y el aluminio europeo a inicios de junio.
Además de las motos Harley-Davidson, la UE castigó con medidas arancelarias la importación de numerosos productos estadounidenses; entre ellos el whisky y los blue jeans.