Se trata del primer caso de un juicio concluido, entre las decenas de procesados que ahora se encuentran en los juzgados de Nicaragua, relacionados con la participación las protestas contra y los actos de violencia que tuvieron lugar durante los choques con las fuerzas de seguridad del presidente Daniel Ortega.
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El juez Ernesto Rodríguez decretó a Brando Lovo, de 19 años, y Glen Slate, de 20, culpables de la muerte del periodista Ángel Gahona, asesinado de un disparo el 21 de abril durante las protestas.
Sus condenas podrían oscilar entre los 20 y 25 años de prisión, según el debate de pena entre el Ministerio Público y los abogados defensores.
El juez consideró que las pruebas presentadas fueron concluyentes para determinar la culpabilidad de los acusados, en un juicio que, pese a lo que establece la ley sobre las audiencias públicas, se llevó a cabo a puerta cerrada, y solo pudieron dar cobertura medios oficiales del gobierno.
No se le permitió el ingreso a las audiencias ni siquiera a los miembros del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH, que se encuentra en el país, a pesar de que cumplieron con los pedidos del gobierno para ser observadores del proceso.
Ángel Gahona fue asesinado mientras realizaba una transmisión en vivo de las protestas a través de Facebook.
Un dato a rescatar es que ni la propia familia y amigos del periodista consideran que los dos jóvenes sean los responsables de su muerte, y señalan al gobierno de Ortega.
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“Este fallo es humillante. No nos hace justicia porque sabemos que estos muchachos no acabaron con la vida de mi esposo, que quienes en verdad lo hicieron son miembros antimotines de la policía porque hay videos que así lo indican”, dijo la viuda de Gahona, Migueliuth Sandoval, citada por AP.
“De los 18 testigos que presentó la Fiscalía, ninguno pudo asegurar que vio a estos chavalos disparar contra mi esposo. El fallo no nos satisface porque el asesino está libre y se condena a dos inocentes”.
La defensa de los acusados dijo que en el caso cabía la "duda razonable" para absolverlos, porque nunca se demostró el vínculo de ambos con el crimen, pero el juez consideró lo contrario.