En medio de la crisis que sacude al Vaticano por el escándalo de abusos sexuales y presunto encubrimiento de la Iglesia, el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, aseguró este jueves que el papa Francisco permanece “sereno” ante la situación.
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Parolin afirmó que el pontífice está tranquilo a pesar de la “amargura e inquietud” por las denuncias en su contra, las cuales, según el cardenal, han causado “gran dolor” en el Vaticano.
“El papa Francisco es una gran gracia, incluso frente a estas cosas que obviamente crean tanta amargura y también inquietud, pero él tiene la capacidad de tener un acercamiento muy sereno”.
En una entrevista el jueves con Vatican Insider, un sitio web próximo a Francisco, Parolin se negó a hablar sobre el contenido de las denuncias del arzobispo Carlo Maria Viganò , quien acusa al Papa de encubrir los repetidos abusos del excardenal Theodore McCarricks.
“Es mejor no entrar en detalles sobre esas cosas, repito lo que dijo el papa: Lean ustedes el escrito y háganse un juicio propio”, dijo.
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Iglesia de Estados Unidos, dividida
La controversia sobre el supuesto encubrimiento ha revelado una gran brecha entre los obispos estadounidenses, que refleja tanto el daño causado por los escándalos de pedofilia que sacudieron al Vaticano como la actual división política del país.
Las declaraciones de Viganò han aumentado las especulaciones sobre una campaña contra el papa Francisco por parte de conservadores de la Iglesia en Estados Unidos, donde, según datos del gobierno de ese país, vive la cuarta población católica más grande del mundo.
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“Es un momento de confusión para todos nosotros”, dice el investigador Paul Elie, del Centro Berkley para la Religión, la Paz y Asuntos Mundiales en la Universidad Georgetown.
De un lado, cardenales como el progresista Joseph Tobin, de Newark; Blase Cupich, de Chicago, y Robert McElroy, de San Diego, defendieron al pontífice señalando a Viganò como un “guerrero ideológico” conservador.
Pero otras figuras de la Iglesia, como los obispos Joseph Strickland, de Texas, y David Konderla, de Oklahoma, se unieron al cardenal Raymond Burke, un testaferro estadounidense conservador en el Vaticano, para respaldar las afirmaciones de Viganò.
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Para Elie, estas voces discrepantes son el resultado directo de la tolerancia de Francisco a los diferentes puntos de vista.
“Debido a que Francisco no está inclinado a un estilo autoritario, ha permitido que se exprese abiertamente un grado mucho mayor de disidencia que sus predecesores”.
El investigador añade que estos puntos de vista, claramente diferentes, también provienen de la agitación de la Iglesia ante las recientes revelaciones de un escándalo de pedofilia en Pensilvania, que involucró a más de 300 sacerdotes que, presuntamente, abusaron de más de mil niños.
*Con información de AP y AFP
