El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) inauguró las remodelaciones de las instalaciones de la sede de Tanatología Forense Metropolitana, con base a los estándares de seguridad y salud ocupacional, lo cual permitirá agilizar el trabajo de necropsias.
Por más de doce meses las 10 losas para trabajar las necropsias en la morgue del Inacif, permanecieron sin funcionamiento debido a falta de mantenimiento, así como desperfectos en los sistemas de drenaje y lavado, por lo que autoridades iniciaron con la remodelación respectiva.
Asimismo, se mejoró el área para que los familiares puedan reconocer los cuerpos. “Tenemos un sistema de cámaras y proyección para que las personas que no deseen entrar pueden observar en las pantallas los cuerpos para poderlos identificar”, comentó Carlos Rodas, jefe de Tanatología Forense Metropolitana.
Fanuel explicó que en esta primera fase se han invertido alrededor de Q3 millones, asimismo, indicó que se tiene prevista la segunda fase que consiste en tener un expediente electrónico para facilitar y modernizar el trabajo, por último se contempla la remodelación e implementación de una sede de la Escuela de Ciencias Forenses, en las instalaciones del Inacif.
Una vida a las necropsias
El médico forense Elmer González quien llevan trabajando alrededor de siete años en el Inacif, indica lo difícil que es llevar a cabo una mecropsia cuando se trata de menores de edad. “La mayoría de casos que vienen acá es por violencia y ver los cuerpos de los niños es muy difícil porque ellos no se pueden defender”, comenta el profesional.
González, explica que toda necropsia es un procedimiento médico por lo que cada cadáver merece el respeto y pese a que en el Inacif ingresan un aproximado de 4 mil cuerpos para llevarles a cabo las necropsias respectivas, el médico forenses explica que no se pueden dar detalles de alguno en específico debido a que algunos se mantienen en investigación.
Actualmente el Inacif cuenta con 16 médicos forenses, en la sede central ubicada en la zona 3, en donde se dividen dos turnos, cada uno con 8 profesionales. Uno de ellos el doctor Elmer González, quien desde hace 20 años se graduó como Patólogo Forense.
Explica que con las dos décadas que tiene como médico forense ha podido adaptarse con su empleo y su tiempo en familia. “Mi hija estudia derecho y mi hijo sicología, ellos desde pequeños sabían a que me dedico así que no tengo problemas por ello”, comenta el médico quien fue invitado por unos minutos a la inauguración de la remodelación, para después continuar con las necropsias del día.