En una firme respuesta a las declaraciones del Consejero de Seguridad de Estados Unidos, John Bolton, la Corte Penal Internacional (CPI) aseguró este martes que, "en su calidad de corte de justicia, continuará haciendo su trabajo sin dejarse disuadir, conformemente a los principios y a la idea general de la primacía del derecho".
La reacción se produce solo un día después de la amenaza sin precedentes de Washington contra este tribunal, con sede en La Haya y a cargo de juzgar los crímenes de guerra y contra la humanidad.
Estados Unidos amenazó con arrestar y procesar a jueces y funcionarios de la CPI si esta toma acciones por crímenes de guerra contra ciudadanos estadounidenses que combatieron en Afganistán, así como si inician investigaciones contra Israel por demandas de la Autoridad Palestina.
"Vamos a impedir a esos jueces y fiscales la entrada a Estados Unidos. Vamos a aplicar sanciones contra sus bienes en el sistema financiero estadounidense y vamos a entablar querellas contra ellos en nuestro sistema judicial", advirtió Bolton.
El consejero de seguridad acusó a la CPI de ser "irresponsable", "ineficaz" y "francamente peligrosa" para "Estados Unidos, Israel y otros aliados".
En respuesta, la corte recordó que es "una institución judicial independiente e imparcial".
La CPI insistió sobre el hecho de que ejerce su competencia únicamente cuando los Estados implicados no son capaces o no quieren llevar a cabo investigaciones contra ellos mismos. El tribunal se rige por el Estatuto de Roma, un tratado ratificado por 123 países y que entró en vigor en 2002.
Las relaciones entre Washington y la CPI han sido siempre tumultuosas. Estados Unidos se ha negado a formar parte del organismo y hace todo lo posible para evitar que sus ciudadanos puedan ser objeto de investigaciones.
*Con información de AFP