Un fuerte dispositivo de seguridad se activó este miércoles en el perímetro del Palacio Legislativo, en donde se llevará a cabo una sesión solemne para conmemorar el 197 aniversario de la Independencia de Guatemala.
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En la actividad participarán delegados de los tres Organismos del Estado. Incluyendo a los presidentes Jimmy Morales, del Ejecutivo; Álvaro Arzú Escobar, del Legislativo; y José Pineda Barales, del Judicial.
Son decenas de elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) y del Ejército los que permanecen en las afueras del Congreso, y esta situación ha generado una serie de reacciones de rechazo de parte de anteriores y actuales funcionarios y diputados, algunos de ellos incluso han declinado su participación en la sesión ante este escenario.
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Un portavoz del Ejército aseguró que la presencia de soldados en el Congreso obedece a que Morales estará participando en el evento solemne. “Son kaibiles de la Guardia Presidencial, y a donde va el señor Presidente va la Guardia como su tercer anillo de seguridad”, indicó.
Se tiene previsto que durante la mañana lleguen a ese punto los integrantes del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), que llevan a cabo una serie de movilizaciones en la capital para pedir la renuncia de Morales, de su gabinete de Gobierno, y de los diputados, a quienes señalan de ser “corruptos”.
Rechazan presencia militar
El procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, se pronunció sobre esta situación y dio a conocer que no estaría asistiendo a la sesión.
“No puedo ser partícipe de un acto con presencia innecesaria e intimidatoria del Ejército hacia la población que tiene el derecho legítimo de manifestar”, escribió en su cuenta de Twitter.
El diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Carlos Barreda, expresó: “No asistiré a la sesión solemne en el Congreso por el día de la Independencia. Estoy en desacuerdo con la presencia militar”.
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El legislador Jean Paul Briere, de la bancada Todos, escribió en redes sociales: “República Bolivariana de Guatemala de la Asunción, año 2018, Siglo XXI”, y acompañó su publicación con imágenes de los integrantes de las fuerzas castrenses.
En tanto, Enrique Álvarez, jefe del bloque Convergencia, resaltó que es “desproporcionado y peligroso” resguardar el Congreso con soldados portando fusiles de asalto.
De igual forma declinó su participación el parlamentario Amílcar Pop, de Winaq, quien señaló un “abuso de presencia militar” y su inconformidad por las recientes decisiones del Ejecutivo.
Por su parte, el exjefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), Juan Solórzano Foppa, aseguró que una manifestación no se enfrenta con elementos del Ejército armados con fusiles automáticos. Añadió que se está intentando utilizar a esa institución armada para amedrentar a los ciudadanos.
Y el exministro de Gobernación, Carlos Menocal, consideró que “eso de llevar militares al Congreso se puede poner peligroso”.
También la organización Familiares y Amigos contra la Delincuencia y el Secuestro (FADS) se pronunció ante este escenario. “Condenamos este uso espurio de agentes y soldados, así como la portación de armas peligrosas”, expresó.