Organizaciones de víctimas del conflicto armado interno rechazaron lo que calificaron como militarización del gobierno del presidente Jimmy Morales.
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En una conferencia de prensa ofrecida este jueves, se pronunciaron sobre los recientes hechos en donde se ha observado la presencia de elementos de las fuerzas castrenses en actividades del mandatario.
“Rechazamos rotundamente la participación del Ejército en las conferencias de prensa de Morales y la presencia de kaibiles y militares fuertemente armados durante las manifestaciones pacíficas de la ciudadanía”, expresaron.
Las agrupaciones consideraron que esta situación muestra una “remilitarización del país” y recordaron a la sociedad que durante el conflicto armado interno murieron al menos 200 mil personas, la mayoría en manos de estas fuerzas armadas.
“El rol político e intimidatorio que está tomando el Ejército en este momento viola los compromisos firmados en los acuerdos de paz en donde el Estado se comprometió a reducir el papel del Ejército al cuidado de las fronteras del país”, destacaron.
Añadieron que ven en estas acciones de Morales que se está militarizando la seguridad pública, lo cual pone en riesgo los “pocos avances democráticos” que se han construido a partir de la firma de la paz.
Y se mostraron indignados porque el jefe de Estado, en lugar de asumir y cumplir los compromisos de ese proceso de paz, está limitando el acceso a las garantías de no repetición.
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A su criterio, “claramente se trata de una estrategia para imponer miedo y tratar de callar las demandas de la población, tal como lo hicieron en los años 80”.
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Respaldo militar
El pasado 31 de agosto, en una actividad realizada en el Palacio Nacional de la Cultura, Morales anunció la no renovación del mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Estuvo acompañado de decenas de elementos del Ejército y de la Policía Nacional Civil, al igual que de autoridades de los ministerios de la Defensa y Gobernación.
Además, ayer se observó fuerte presencia militar en las afueras del Congreso, en donde Morales participaba en la sesión solemne para conmemorar el 197 aniversario de la Independencia. Mientras tanto, se desarrollaba una manifestación de parte de campesinos para rechazar las acciones del gobernante.
Esto generó una serie de pronunciamientos por considerar que se está haciendo mal uso de las fuerzas armadas e incluso generó que algunos de los invitados a la sesión declinaran su asistencia.
