El excandidato presidencial por el extinto partido Libertad Democrática Renovada (Lider), Manuel Baldizón, fue capturado ayer por el FBI en territorio estadounidense bajo señalamientos de lavado de dinero y conspiración.
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El político también es requerido por las autoridades guatemaltecas por su presunta vinculación con el caso Odebrecht, ya que se presume que recibió al menos 3 millones de dólares producto de los sobornos que habría pagado la constructora brasileña a cambio de que se le otorgaran proyectos en el país.
Acerca de este tema se conversó hoy en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, en donde participaron como invitados Ilse Álvarez, ex viceministra de Gobernación; y Marco Antonio Canteo, experto en política criminal, consultor en temas de reforma al sector justicia y seguridad y exintegrante del Consejo Asesor de Seguridad.
La exfuncionaria consideró que la detención de Baldizón marcará un escenario con repercusión a nivel nacional e internacional, pues él ha tenido relaciones políticas con la mayoría de los partidos políticos del sistema.
Álvarez señaló que si Baldizón no colabora con la investigación del FBI le podría esperar una cadena perpetua en cárceles federales de máxima seguridad.
Podría cooperar bajo la figura de colaborador eficaz en ciertos casos, pero es algo que no ha confirmado aún. Tampoco se conoce si se va a acoger a un sistema de protección de testigos, lo que sí es que tiene “muy nerviosas a las personas”, dijo.
Para la ex viceministra, este hecho trae un nuevo panorama sobre las expectativas de lo que se espera que él vaya a decir tanto a nivel nacional como internacional.
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“Yo creo que a partir de la captura de Baldizón, el escenario jurídico del país entra nuevamente en jaque. Debemos esperar qué es lo que le dirá al mundo”, expresó.
Mientras tanto, Canteo expuso que los delitos por los que se le detuvo son federales, es decir, de los más graves, por lo cual intervino el FBI.
“Son parte de los crímenes más graves que castiga la legislación estadounidense y son prácticamente imperdonables, pese a que existe un sistema de disminución de temas”, señaló.
Ante la posibilidad de ser colaborador eficaz o confesar sus crímenes quizá podría reducir su pena u obtener algún beneficio, pero no se escapará de ir a la cárcel, donde le esperan “de 40 años para arriba”, aseguró.
En opinión del experto, las autoridades estadounidenses prefirieron asegurar la captura de Baldizón en su territorio, porque probablemente tenían información clave por crímenes cometidos en EE.UU., y no enviarlo a Guatemala porque potencialmente hay duda de que podría quedar en libertad.
Meses de permanecer en EE.UU.
Baldizón se encuentra en territorio estadounidense desde enero pasado, cuando fue detenido por autoridades migratorias tras intentar ingresar al país de forma irregular.
El político guatemalteco hizo la solicitud de asilo político, pero un juez del estado de Florida la rechazó. Posteriormente, su defensa apeló esta resolución, pero después Baldizón desistió de esas acciones.
Por medio de campos pagados publicados semanas atrás en medios escritos de Guatemala, dio a conocer que estaba a la espera de ser deportado.
Asimismo, en esas comunicaciones reconoció que cometió “errores” y que estaba dispuesto a someterse a la justicia guatemalteca. También pidió disculpas públicas al pueblo de Guatemala y a su familia.