Analistas se refirieron al discurso que pronunció ayer el presidente Jimmy Morales en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y consideraron que no era ni la forma ni el lugar para abordar, como lo hizo, el tema de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.
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Sobre este tema se conversó hoy en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, en donde participaron como invitados en cabina Erick Maldonado, ex viceministro de Relaciones Exteriores; y Alejandro Palmieri, analista político y exvocero presidencial.
En su disertación, Morales afirmó que la CICIG es “una amenaza” y la señaló de estar involucrada en una serie de irregularidades, en donde ha habido violaciones a la Constitución Política de la República, se ha atentado contra la presunción de inocencia, se ha manipulado la justicia y abusado de la prisión preventiva.
“La comisión ha llegado a ser una amenaza para la paz en Guatemala, ha montado un sistema de terror, un sistema donde el que piensa diferente lo persiguen, lo investigan”, expresó el mandatario.
De igual forma, reiteró la petición para que la Secretaría General de la ONU nombre a un nuevo comisionado, que sustituiría a Iván Velásquez.
Ello bajo el argumento de que el jurista colombiano “se entrometió en asuntos internos del país, politizando la justicia” y creando “una atmósfera de inestabilidad que llega a vulnerar la seguridad nacional”.
En ese contexto plagado de “terror", según el gobernante, aseguró que incluso se llegó a llamar como “Jueves negros de CICIG” los días en los que se realizaban operativos en el país para capturar a personas señaladas en casos investigados por esa entidad, en donde había “abuso de la fuerza” y “decenas policías fuertemente armados incluso con fusiles de alto calibre”.
Acerca de esta expresión hecha por Morales, tomando en cuenta que en un documento escrito que se conoció, y que sería el que contenía su discurso oficial y se habría trasladado a la Asamblea de la ONU, solo decía “jueves de CICIG”, se le cuestionó al Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Alfredo Brito.
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El funcionario respondió a Emisoras Unidas por medio de un mensaje de texto en el que indicó: “Desconozco la razón, él lo dijo y no tendré comentario al respecto”.
Mientras tanto, Palmieri opinió que fue un “lapsus lamentable” en el que Morales asoció jueves con la palabra “negro”, quizá por el denominado Jueves Negro en el contexto guatemalteco, y también asoció los “jueves de CICIG”, que se han mencionado cuando hay operativos, pero consideró que “también hubo lunes, domingos y sábados de CICIG, así que no correspondía lo afirmado por el mandatario.
Discurso agresivo y exagerado
En el análisis general del discurso, el exvicecanciller Maldonado aseguró que preocupa las aseveraciones de Morales, porque este espacio de la Asamblea General es idóneo para otros asuntos y no para esgrimir un discurso “agresivo”, que en nada contribuye a propiciar el diálogo entre las partes, especialmente cuando horas después se reuniría con el secretario general de la ONU, António Guterres.
“Habló de diálogo, tolerancia y respeto en su discurso, pero este fue usado para todo lo contrario”, dijo.
“La Asamblea General es donde se abordan temas generales no individualizados ni de política interna. Aunque habló de otros temas, además del de CICIG, él mismo los invisibilizó y los avances que quería mostrar los empañó. Al mismo presidente no le benefició dedicar más del 50% de su discurso con temas desgastados y que la mayoría de guatemaltecos no comparten”, expuso el exfuncionario.
En tanto, Palmieri consideró que la disertación estuvo marcada por una serie de exageraciones, empezando por señalar a la CICIG como una amenaza. Además, señaló que habló de los casos Bitkov, Pavorreal y Zimeri, lo que estuvo fuera de contexto, pues los jefes de Estado que estaban en la Asamblea probablemente no saben de qué se tratan.
Sus palabras estaban enfocadas en un contexto nacional y en ese sentido, hacer señalamientos contra la CICIG y su titular, Iván Velásquez, no era el lugar ni la forma de hacerlo.
El exvocero presidencial citó un aspecto sobre la intervención de Morales que le llamó la atención, pues dijo que no utilizó prompter para reproducir su discurso, sino que lo leyó directamente de un papel impreso.
“Normalmente los discursos se dan con anticipación a la Secretaría técnica para tenerlos listos y que sea más fluido, pero él lo leyó en papel, eso da la pauta de que esperaron hasta el ultimo minuto para afinarlo y terminarlo. Quizá esperaban tomarle pulso a las palabras de Trump”, señaló el entrevistado.
A su criterio, el presidente siente frustración de no poder avanzar en su agenda, sea cual sea, y por ello “tuvo que ir” a la asamblea a decirlo, aunque no debió ser así.
Los analistas también observaron contradicciones en las palabras de Morales, una de estas en lo relacionado con el supuesto allanamiento hecho en Casa Presidencial. Según el gobernante, este fue uno de los abusos de CICIG, pero meses atrás había explicado que en realidad nunca hubo tal operativo en ese lugar.
“Insisto, Casa Presidencial no sufrió ningún allanamiento, pero estuvimos dispuestos a abrir de la forma más educada”, son parte de las palabras de Morales al pronunciarse anteriormente al tema.
Palmieri consideró que el discurso mostró confusión en Morales y una mala forma de transmitir lo que quería decir, así como un doble discurso, “porque cuando conviene sí hubo allanamiento y cuando no, pues no hubo”.
Para Maldonado, esa declaración tan contradictoria no es aislada. Ello porque, según dijo, Jimmy Morales en los primeros meses de ser presidente, e incluso antes de ser electo, mencionaba que estaba a favor de CICIG.
En ese sentido, resaltó que el presidente al ser sujeto susceptible de investigación de parte de la comisión cambió su postura por el conflicto de interés existente.
Asimismo, manifestó que a lo largo del ejercicio de la Presidencia ha habido contradicciones, pues por un lado se dice respetar el diálogo y el acuerdo de la Comisión, pero ya hubo decisiones unilaterales como la de declarar a Velásquez “non grato”.