En agosto de 2017, 93 diputados al Congreso aprobaron reformas al Código Civil en las que se prohíbe la autorización para que las mujeres menores de 18 años puedan contraer matrimonio.
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A pesar de la prohibición, los casos se siguen dando y no se penalizan a quienes incurren en ese delito, según se informó durante el foro “Hallazgos preliminares de los matrimonios y uniones tempranas y forzadas de niñas y sus efectos en el proyecto de vida”, el cual elaboró el Plan Internacional Guatemala en San Pedro Carchá, Alta Verapaz.
Nidia Umaña, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), de El Salvador, explicó que, para elaborar el estudio comparativo que involucra a ocho países, se consultaron a 262 personas, entre ellas, nueve niñas que contrajeron matrimonio y con nueve hombres que se casaron con menores de edad.
Durante la investigación se determinó que la pobreza, el maltrato infantil, las carencias afectivas, las limitaciones en términos de educación, no tener una educación sexual y reproductiva, así como la religión influyen en el matrimonio infantil.
“Las jóvenes deben saber que el matrimonio no es la salida de un entorno pobre y violento”, dijo Umaña.
El caso
Regina (nombre ficticio) se acompañó de un hombre mayor que ella en San Pedro Carchá. Lo hizo porque quería ayudar a su abuela, con quien vivía en extrema pobreza desde que su padre la había abandonado y su madre había muerto.
El caso de la menor se dio en el margen de la autonomía, pero este es cuestionable porque en su desesperada situación se vio obligada a unirse con alguien, explicó Umaña.
Libia Ruguay, del Movimiento de Jóvenes Mayas, cree que muchas de las niñas que se unen a sus parejas, aún cuando tienen poco tiempo de conocerse, lo hacen porque buscan protección e intentan cambiar la situación en la que viven.
“Cuando empiezan a convivir con la persona se topan con la realidad, en la que muchas veces puede haber violencia y se les limita su libertad”, dijo Ruguay.
Otros aspectos
- Los hallazgos preliminares del estudio revelan que los 12 años son críticos para las niñas porque es cuando aparece la menstruación y empiezan con los cambios biológicos, los cuales señalan que están listas para unirse o contraer matrimonio.
- También expone que las niñas creen que después del noviazgo deben casarse y luego embarazarse. Se genera incertidumbre cuando dentro de sus planes se da una oportunidad de estudio o de empleo.
La frase
“El matrimonio infantil es una práctica cultural histórica. A las niñas se les intercambia en nombre de la tradición”, dijo Ana Silvia Monzón, socióloga e investigadora feminista, durante la discusión del estudio.
El dato
- 11 de octubre es el Día internacional de la niña, con este se quiere fomentar cada año el reconocimiento de los derechos de las niñas y dar a conocer los problemas excepcionales que afrontan en el mundo.
- La presentación de los hallazgos preliminares del estudio realizado en San Pedro Carchá se dieron a conocer en el marco del Día internacional de la niña. El documento final se publicará el 10 de diciembre.