La ex vicepresidente Roxana Baldetti se vio obligada en 2015 a renunciar por señalamiento de corrupción, por el caso de defraudación aduanera conocido como La Línea.
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Meses después, en febrero de 2016, la Fiscalía Especial contra la Impunidad y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala develaron un nuevo caso en el que estaba implicada la exfuncionaria (ya en prisión preventiva), junto con su hermano, Mario Baldetti; el empresario Uri Roitman y 10 personas más. Se trata del caso denominado "Agua mágica".
Según los entes investigadores, Baldetti utilizó varias entidades estatales y empresas de cartón para lograr la asignación de un proyecto de saneamiento del lago de Amatitlán a la empresa a M. Tarcic Engineering Limited con una fórmula, la cual según la fiscalía era más dañina que beneficiosa para ese manto acuífero.
El Estado de Guatemala le adjudicó a la empresa, el 28 de noviembre de 2014, dos contratos por un total de Q137 millones, de los cuales se pagaron Q20.7 millones.
De acuerdo con los entes investigadores, la empresa a la que se le adjudicó el proyecto realizó diferentes transferencias a la red delictiva por más de Q13 millones, entre donde se constató un pago de Q35 a la tarjeta de crédito de Uri Roitman, representante de la empresa israelí, y la compra de al menos dos vehículos.
Durante su declaración, Baldetti dijo que su intención de sanear el lago era para que sus hijos estuvieran orgullosos de ella.
"Mi único afán era que mis hijos se sintieran orgullosos de que su mamá hubiera hecho algo tan importante como con el agua", aseguró Baldetti ante el Tribunal de Mayor Riesgo C.
Baldetti fue condenada a 15 años y seis meses de prisión por los delitos de asociación ilícita, fraude y tráfico de influencias.