El opositor Fernando Albán, quien se hallaba detenido por un presunto atentado con explosivos en contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se suicidó este lunes en la sede del servicio de inteligencia.
"El ciudadano solicitó ir al baño y estando allí se lanzó al vacío desde un décimo piso", dijo el fiscal general Tarek William Saab, quien anunció una "investigación exhaustiva".
Albán, concejal del municipio Libertador de Caracas por el partido Primero Justicia, fue detenido viernes pasado, señalado de estar involucrado en la explosión de dos drones en Caracas el pasado 4 de agosto, cuando Maduro pronunciaba un discurso durante una parada militar.
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El mandatario denuncia ese hecho como un "magnicidio en grado de frustración" y responsabiliza como autor intelectual al diputado Julio Borges, fundador de Primero Justicia, exiliado en Colombia.
La "crueldad de la dictadura terminó con la vida de Fernando Albán", reaccionó Borges en Twitter, al recordar que el concejal lo acompañó la semana pasada en gestiones ante la ONU. "No va a quedar impune su muerte".
Borges también es acusado por Maduro de formar parte de una trama para derrocarlo con la ayuda de Estados Unidos y Colombia.
Por su parte, el ministro de Interior y Justicia, general Néstor Reverol, lamentó la muerte del político quien, según dijo, también estaba "involucrado en actos desestabilizadores dirigidos desde el exterior, de los cuales existen suficientes pruebas".
Según Reverol, Albán se quitó la vida "en el momento en que iba a ser trasladado al tribunal" que conocía su causa.
De acuerdo con la oenegé Foro Penal, en Venezuela hay unos 236 presos políticos.
*Con información de AFP