A través de un comunicado difundido por la oficina presidencial de Corea del Sur, se informó que el líder norcoreano, Kim Jong-un, invitó al papa Francisco a visitar Corea del Norte en el futuro.
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El anuncio ocurre días antes de que el presidente surcoreano, Moon Jae-in, se reúna con el pontífice en el marco de su visita al Vaticano, del 17 al 18 de octubre.
"Durante el encuentro con el papa Francisco, (Moon) transmitirá el mensaje del presidente Kim Jong Un de que le dará una cálida bienvenida si visita Pyongyang", dijo a periodistas el portavoz Kim Eui-kyeom.
Moon se ha encargado de impulsar el acercamiento internacional con su par norcoreano, tras haber sostenido tres reuniones con él en lo que va de año.
Kim, por su parte, se ha involucrado en labores diplomáticas en los últimos meses, en lo que se considera un intento de aprovechar su polémico programa nuclear para lograr que Occidente reduzca las sanciones económicas y la presión militar sobre Pyongyang.
En Corea del Norte, un país oficialmente ateo, la libertad de religión está inscrita en la Constitución, pero toda actividad religiosa del pueblo es estrechamente vigilada y totalmente prohibida por fuera de las estructuras oficiales.
A principios del siglo XX, antes de la división de la península, Pyongyang era un importante centro religioso con numerosas iglesias y una comunidad cristiana que recibió el apodo de "Jerusalén de Asia". Pero Kim Il Sung, fundador del régimen y abuelo de Kim Jong-un, consideraba la religión cristiana como una amenaza contra su autoridad y la erradicó con ejecuciones y trabajos forzados en los campos.
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Desde entonces, el régimen norcoreano autorizó a las organizaciones católicas a desarrollar proyectos de ayuda en su territorio, pero no tiene relaciones directas con el Vaticano.
*Con información de AFP y AP
