En entrevista con la cadena CBS, Hillary Clinton dijo que el amorío que su esposo, el expresidente Bill Clinton, sostuvo hace dos décadas con Monica Lewinsky no constituyó un abuso de poder.
Aquel episodio, que derivó en un juicio político al exmandatario, vuelve a estar bajo la lupa pública en la era #MeToo: se cuestiona si la posición de un presidente y de una becaria no hacen imposible considerar que una relación sea consensuada.
Algunos, como la senadora de Nueva York, Kirsten Gillibrand, dijeron que Clinton debió renunciar tras ser sometido a un impeachment impulsado por el Congreso dominado por los republicanos, por haber mentido sobre su relación con Lewinsky a fines de 1998.
Pero la exprimera dama y excandidata presidencial dijo estar en desacuerdo. "De ninguna manera", respondió al ser consultada sobre si su esposo debió haber renunciado.
Presionada sobre si la relación con la becaria fue un abuso de poder, la también exsecretaria de Estado afirmó: "no, no", y puntualizó que Lewinsky, que tenía 22 años en aquel momento, "era una adulta".
En 1999, el Senado sometió al presidente Clinton a un juicio político que duró un mes y que no consiguió la mayoría de dos tercios para destituirlo.
Lewinsky, por su parte, siempre dijo que la relación fue consensuada, pero en un ensayo publicado por Vanity Fair a comienzos de este año, escribió que había comenzado a reconsiderar ese punto de vista.
Bill Clinton ha sido acusado por varias mujeres de conducta sexual inapropiada en casos que se remontan a los años 70, llevando a los demócratas a evaluar el lugar que le asignarán en la historia.