Después de pernoctar en Esquipulas, Chiquimula, la caravana de migrantes hondureños retomó su caminata en busca de llegar a territorio mexicano, para después ingresar a Estados Unidos, donde ven una oportunidad para mejorar el futuro de sus familias.
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El breve descanso que tomaron en la sede de un establecimiento educativo de la localidad, donde aprovecharon también a consumir algunos alimentos, les permitió recargar fuerzas para continuar su viaje.
Uno de los coordinadores de la caravana agradeció a los guatemaltecos por el apoyo brindado, y dijo que son al menos 6 mil personas, incluidos varios niños, los que integran el grupo.
¿Cómo se movilizan?
Por unos momentos van a pie y por otros viajan en vehículos cuyos conductores optan por brindarles ayuda. Así se movilizan los hondureños.
Por la carretera van cantando el himno nacional de su país o rezando para pedir protección. Y cuando ven un picop, microbús, camión o tráiler, hacen señales con sus manos para “pedir jalón”.
Con ello buscan poder adelantar en su viaje, ya que faltan miles de kilómetros para llegar a su destino. Principalmente son los niños y adultos mayores los que podrían presentar complicaciones ante la larga caminata.
Las personas que habitan en los diferentes poblados por donde pasan les regalan agua pura y comida.
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Además de ayuda alimentaria y de movilidad, los centroamericanos también han recibido asistencia médica. Los cuerpos de socorro y la Cruz Roja instalaron un puesto de salud en el kilómetro 205 de la carretera hacia Chiquimula, en donde se les brindan medicamentos o se les hace revisiones a quienes sufren algún padecimiento.
La caravana se moviliza hacia Zacapa este martes, después buscará llegar a Santa Elena, en el departamento de Petén, y dirigirse hacia la frontera de El Ceibo e ingresar a Tenosique, un municipio del estado mexicano de Tabasco.
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