Escenas de dolor se observaron este jueves en la 15 calle entre 4ª y 5ª avenidas de la zona 1, a donde se presentaron los familiares del piloto de un autobús de la ruta 70 que murió tras ser atacado a balazos.
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Mario Soto, de 55 años, quien tenía 15 años de dedicarse a manejar unidades de transporte público de pasajeros, se preparó hoy para iniciar una nueva jornada laboral y tras despedirse de su esposa, salió en la madrugada de su vivienda.
Eran aproximadamente las 7:30 horas cuando Mario se dirigía por la zona 1. El autobús que conducía iba lleno de pasajeros, pero eso no le importó a su atacante, quien le disparó y le causó la muerte.
Según testigos, un hombre joven llegó a ese punto momentos antes y tras observar que la unidad se acercaba sacó su arma de fuego y disparó en dos ocasiones.
Los Bomberos Municipales fueron alertados acerca de esa emergencia y se movilizaron de inmediato al lugar; sin embargo, tras evaluar a la víctima constataron que ya no contaba con signos vitales.
Gerardo Martínez, portavoz del cuerpo de socorro, indicó que en el lugar fueron atendidos varios pasajeros que presentaban crisis nerviosa, pero no fue necesario su traslado a un hospital.
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Móvil sería la extorsión
“Él me decía que ya no aguantaba pagar tanta extorsión”, dijo la esposa de Soto, quien llegó a la escena del crimen acompañada de una de sus hijas para identificarlo.
Relató que su pareja se preocupaba porque el dinero que ganaba no le era suficiente para pagar el diésel, cubrir los gastos familiares y además cumplir con los cobros ilegales que le hacían dos grupos diferentes de delincuentes.
“Me decía cada semana tengo que pagar y ya no me alcanza. Tenía que dar Q250 en cada lado”, relató entre lágrimas.
En ese sentido, se indicó que posiblemente el conductor se habría atrasado en la entrega del dinero y esa sería la causa del crimen en su contra.
Agentes de la Policía Nacional Civil y fiscales del Ministerio Público (MP) se presentaron al lugar del ataque para iniciar con las investigaciones y esclarecer el hecho. Embalaron dos casquillos como parte de las evidencias.
Como resultado de un operativo fue capturado el supuesto atacante, quien huyó a pie. Se trata de un salvadoreño identificado como Marcos Tulio Arriola Martínez, de 22 años, alias “Max”, de nacionalidad salvadoreña.