"Como afirmado durante la campaña, pretendemos transferir la embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusalén. Israel es un estado soberano y nosotros lo respetamos", tuiteó el ultraderechista Jair Bolsonaro, que asumirá sus funciones el 1 de enero de 2019.
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En una conferencia de prensa por la tarde en su residencia de Rio de Janeiro, Bolsonaro dijo:
"Respetamos al pueblo de Israel y al pueblo árabe. No queremos crear problemas con nadie. Queremos comerciar con todo el mundo, buscar vías pacíficas de resolver problemas".
Interrogado sobre el tema en una entrevista publicada el jueves por el diario israelí Israel Hayom, Bolsonaro respondió:
"Cuando me preguntaban, durante la campaña, si lo haría cuando fuera presidente, yo respondía \'Sí, son ustedes los que deciden cuál es la capital de Israel, no las otras naciones\'".
Según medios brasileños, la materialización de esa promesa podría provocar represalias comerciales de países árabes, que son mercados importantes para las carnes brasileñas.
El Estado hebreo considera toda la ciudad de Jerusalén como su capital, en tanto que los palestinos aspiran a que Jerusalén Este se convierta en la capital de su futuro Estado.
Para la comunidad internacional, el estatuto de la Ciudad Santa tiene que negociarse entre las dos partes, y las embajadas no tienen que instalarse allí hasta que no se haya alcanzado un acuerdo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompió en diciembre de 2017 con décadas de diplomacia al reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Desde entonces, el presidente palestino, Mahmud Abas, puso fin a todas las relaciones con la administración Trump.
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Luego de Estados Unidos mudaron su embajada Guatemala y Paraguay, aunque este último país semanas atrás dio marcha atrás y regresó su delegación a Tel Aviv.
Brasil reconoció en 2010, bajo la presidencia del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, al estado Palestino en las fronteras de 1967, antes de la ocupación y posterior anexión de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este.