Ataviados con gorros de lana, sombreros, lentes y coronas de flores, centenares de cráneos humanos son objeto de culto este jueves en Bolivia, en el "día de las ñatitas", en el Cementerio General de La Paz, pues le atribuyen poderes milagrosos.
El camposanto, con 192 años de antigüedad, se convierte este 8 de noviembre, como cada año, en centro de un nutrido flujo de creyentes que a principio de la jornada se estimó en unos 30.000, según su administrador Ariel Conitzer.
"Desde temprano la gente ha llegado, tenemos como unas 30 calaveras (propias) del Cementerio General y unas 500 calaveras que trae la gente", afirmó Conitzer a la AFP, quien acotó que una de las prioridades fue dar seguridad a los visitantes de la necrópolis donde hay, además, los cuerpos de unos 150.000 difuntos.
Los cráneos son de familiares, heredados de generación en generación o corresponden a cuerpos olvidados en los mismos cementerios y los devotos les rinden cultos, llamándolas "ñatitas", por ser figuras humanas ñatas o sin nariz.
Durante la festividad, los creyentes comparten comida alrededor del cráneo e incluso, horas más tarde, organizan fiestas donde se consume bebida y más alimentos.
Los creyentes los tienen en sus casas y los utilizan como objetos milagrosos en cuestiones de salud, economía y metas profesionales.
Al cementerio llegan las personas con cráneos en cofres de vidrio. Casi todos tienen sombreros, gorras de lana y algunos, pedazos de algodón para llenar los globos oculares. No falta algún grupo de música andina que acompaña a los personas.
En la necrópolis están los esposos Aduviri, con ocho cráneos y varios de ellos incluso tienen nombres como "Diego", "Oscar", "Amalia", "Dilan, "Marisol" y "Sergio". Todos llevan adornos alrededor del cráneo.
Por uno de los pasillos del camposanto también se encuentra la señora Deysi, con la calavera de una familiar, "Cristina", en brazos". "La tengo desde hace cinco años, cuida la casa, tenemos mucha fe", dice ella muy contenta.
La fiesta tiene origen prehispánico, pues los nativos sacaban a pasear en andas los restos de los difuntos, para que los ajayus (espíritus) volvieran a reencontrarse con sus cuerpos y sus familias. Se realiza una semana después de la fiesta católica de "todos los santos".
La fiesta reviste tal interés que el presidente Evo Morales dijo en Twitter que "celebran hoy el Día de las Ñatitas con una misa y ofreciendo alimentos al alma o 'ajayu' de un difunto cuyo cráneo decoran con flores. Existe la creencia de que el espíritu cuida de ellos y de sus familiares. Saludamos las tradiciones".