En entrevista con la AFP, el presidente Carlos Alvarado, de 38 años y que asumió en mayo, se refirió a la crisis política nicaragüense, cuyos efectos asegura se sintieron de inmediato en Costa Rica con más de 25 mil peticiones de asilo en los últimos meses.
La represión de la administración de Daniel Ortega contra las protestas antigubernamentales, que iniciaron en abril, ha dejado más de 320 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Para Alvarado, la salida a esta crisis pasa por una respuesta "global". "Hemos hecho un llamado en los foros multilaterales para (…) que nos ayuden a alcanzar una solución", a esta crisis que, según su gobierno, amenaza con desestabilizar toda la región.
Debemos ser "persistentes"
"Tenemos una corresponsabilidad frente a esta situación", aseguró el presidente de centro-izquierda. "Ha habido resistencia de parte del gobierno de Nicaragua pero lo que nos corresponde es ser persistentes", agregó, advirtiendo contra el "riesgo" de que esta crisis "deje de ser un tema" y nos "acostumbremos a la situación".
Alvarado, quien fue ministro de Desarrollo Social en la administración de Luis Guillermo Solís (2014-2018), estima también que la "persistencia" y el enfoque "multilateral" son claves para encontrar una solución a la grave crisis económica y humanitaria en Venezuela, que ha provocado un éxodo sin precedentes en la historia reciente de Latinoamérica.
Al menos 2.3 millones de venezolanos han abandonado el país desde 2015, huyendo de la falta de servicios públicos, la escasez de alimentos y medicamentos, y de una hiperinflación que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), alcanzará este año 1.350.000 %.
Recordó también que su país ha "respaldado" la iniciativa de seis países americanos (Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú) de pedir a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue al gobierno venezolano de Nicolás Maduro por crímenes de lesa humanidad.
El pedido se basa en dos informes sobre la violación de derechos humanos en Venezuela, uno de la Organización de Estados Americanos (OEA) y otro del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.
"Nuestra posición será de seguir empujando para que la situación sea conocida en todos los foros internacionales (…) Algunas voces han llamado a desengancharnos de nuestra responsabilidad en la región, pero es importante más bien fortalecer el multilateralismo, porque si no es dialogando entre varios cómo resolver los problemas", cuestionó.
"El gran desafío de nuestra generación"
Además de estos temas regionales, Alvarado habló con la AFP sobre el gran desafío que se lanzó al jurar como presidente en mayo pasado: abolir el uso de combustibles y descarbonizar la economía en Costa Rica, un país de 5 millones de habitantes que se promueve como un paraíso ecológico.
Nuestro objetivo "en un corto plazo es seguir creciendo económicamente, pero desenganchar ese crecimiento de la curva de uso de combustibles fósiles, es decir empezar a dejar de usarlo, para en un plazo de medio término completamente abolir el uso de combustibles fósiles", destacó el mandatario, que ha colocado al medioambiente en el corazón de su gestión.
Su país destaca ya en cuanto a inversión en energías limpias. El mes pasado, cumplió cuatro años consecutivos con más de 98 % de su energía eléctrica procedente de fuentes renovables, como agua, viento, calor volcánico, bionasa y el sol.
Y aunque admite que el mundo está en un "momento crítico" en cuanto al calentamiento global, él muestra cierto optimismo. "Lo que los científicos han dicho es que necesitamos ser ambiciosos con los compromisos (…) y eso es lo que estamos haciendo", dijo, llamando a los otros países a "demostrar con el ejemplo que sí se puede".
"No hay un único país que pueda resolver solo el cambio climático, se requiere de todos para resolverlo", opinó.