Un exhausto Juan José Alonzo se sentó en un catre dentro de un albergue en el sur de Nuevo México, luego de que, durante seis días, él y su hija de 5 meses, de nombre Allison Yahaira, durmieron sobre el piso de concreto mientras estaban bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos.
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El padre e hija se encontraban a pocos minutos de una buena noche de descanso luego de un viaje de casi un mes a través de México hasta que llegaron a un cruce fronterizo en El Paso, Texas, y posteriormente al albergue de la Catedral del Inmaculado Corazón de María en Las Cruces.
“Pues ahora, solo quiero que se duerma”, dijo Juan José, de 24 años, originario de Guatemala, mientras mecía a su hija.
Más migrantes como ellos están llegando a Estados Unidos. Los albergues operados por voluntarios dijeron que se están viendo abrumados por un aumento en el número de inmigrantes que buscan solicitar asilo en Estados Unidos y que necesitan un alojamiento temporal.
Organizaciones sin fines de lucro e iglesias, específicamente a lo largo de la frontera con México, tratan de conseguir donaciones de ropa, pañales, catres y alimentos para los migrantes centroamericanos a medida que se acercan las festividades decembrinas y los recursos comienzan a escasear.
En las últimas semanas, el gobierno del presidente Donald Trump ha liberado a inmigrantes centroamericanos a un ritmo más rápido que antes, lo que genera presión en los albergues ubicados desde San Diego hasta el sur de Texas.
Los albergues dijeron que el ICE ya no está ayudando a los migrantes con planes de viaje y que ahora los está liberando de los centros de detención sin importar si tienen dónde quedarse.
En algunos casos, los voluntarios recogen a los migrantes de estaciones de trenes y autobuses luego de que son dejados ahí por las autoridades de inmigración. En otras ocasiones, los refugios son sorprendidos con autobuses llenos de migrantes que llegan a sus puertas.
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Los líderes eclesiásticos de la ciudad de Phoenix señalaron que el ICE ha liberado a unos cinco mil migrantes en los últimos dos meses en las iglesias locales.
Funcionarios del ICE han dicho que la agencia carece de recursos para albergar al creciente número de familias migrantes que ingresan al país por los cruces fronterizos de California, Arizona y Texas.
Sylvia Corona, una voluntaria en la Catedral del Inmaculado Corazón de María, dijo que la red de refugios en el sur de Nuevo México y en el occidente de Texas cree que la demanda continuará aumentando en las próximas semanas.
“Creo que vamos a ver a cientos de familias que necesitarán lugares donde quedarse”, dijo Corona.
“Pronto vamos a abrir dos albergues más. Vamos a dejar que se queden en nuestras propias casas si es necesario, pero encontraremos algo”, agregó.
En tanto, la catedral y otros refugios han comenzado a registrarse en el sitio web Amazon.com para agilizar las donaciones de artículos como ropa para bebé, platos desechables y catres.
Annunciation House, un albergue para inmigrantes en El Paso, Texas, pidió paquetes de ropa interior y calcetas. Los albergues alojan a los migrantes hasta que puedan hacer planes de viaje.