Cientos de guatemaltecos se reunieron este sábado 8 de diciembre en el parque de San Cristóbal Verapaz para una peculiar celebración maya.
Esta es en homenaje a la Virgen de la Inmaculada Concepción, donde lo acostumbrado es lanzarse bolas de fuego. Claro, los pobladores se exponen a quemaduras.
Según Freddy Coy Chen, residente del pueblo ubicado a unos 210 km al norte de la capital, esta celebración, aunque es riesgosa, no “tiene mala intención”:
Además, “el objetivo es la diversión y la adrenalina que da esta tradición", le dijo Coy a la agencia de noticias “AFP”.
Milenaria tradición
A sus 51 años, Coy recuerda que su fallecido padre solía participar de esta fiesta de origen indígena desde los 5 años.
Los participantes se lanzan bolas de fuego que pesan entre 10 y 12 libras, amarradas con alambre de hierro.
Por ello, dice, las autoridades mantienen una pileta llena de agua en el centro del parque.
Si alguien resulta herido, agrega Coy Cohen, "no hay culpables (…) las autoridades policiales no se meten".
Los jóvenes participan
En la celebración anual, cuenta Juan Carlos Coy Flores, de 21 años, "participa gente de todo el pueblo, amigos y conocidos".
El atuendo ideal, comenta, es ropa vieja, ante el alto riesgo de que quede arruinada.