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El Congreso peruano se hace el “harakiri” de la mano de Keiko Fujimori

Los peruanos aprobaron masivamente (78 %) en las urnas dejar sin empleo a los 130 miembros del Congreso en 2021, al culminar su actual mandato, en el referéndum sobre reformas constitucionales propuestas por el presidente Martín Vizcarra para combatir la corrupción.

Al comienzo, muchos peruanos pensaron que Vizcarra, quien asumió el poder con el discreto apoyo de Keiko Fujimori, iba a ser mucho más dócil que el expresidente Pedro Pablo Kuczynski, pero no fue así.

Vizcarra, un ingeniero de 55 años, ha ganado popularidad al enfrentarse enérgicamente al Congreso, a diferencia de su antecesor.

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El mandatario sacó provecho con “audacia” del “creciente descontento hacia la clase política para proponer la no reelección de congresistas, tema central del referéndum”, señala el analista político Fernando Rospigliosi.

Aunque primogénita del expresidente Alberto Fujimori no era miembro del Congreso, ella lo dirigía desde las sombras. Impuso a sus parlamentarios un estilo belicoso y acorraló a Kuczynski hasta forzarlo a renunciar al cabo de 18 meses de gobierno.

Pero la suerte de Keiko y su partido, Fuerza Popular, cambió después de que Vizcarra asumió el poder.

“Harakiri” político

Sin duda el resultado (del referéndum) es una derrota política, es un 'harakiri', para la alianza entre el fujimorismo y el partido aprista (de Alan García), que manejó el Congreso durante los dos últimos años”, opina Rospigliosi.

La renuncia de Kuczynski acabó siendo “una victoria pírrica (para Keiko y sus legisladores) porque cometieron muchos errores y actuaron con arrogancia y prepotencia”, añade.

El harakiri es una forma ritual de suicidio de los samuráis, los guerreros del antiguo Japón, que consiste en cortarse el abdomen con un puñal.

Por su parte, el legislador opositor, Víctor Andrés García Belaúnde, apuntó que, con este resultado, “Vizcarra obtuvo mayor legitimidad para su gobierno. Pero más que victoria, el gran derrotado es el Congreso y en especial la mayoría que lo gobierna”.

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Y además de la pérdida de poder político, Keiko está en prisión preventiva desde hace 40 días por supuestos aportes ilegales de campaña, y su otrora monolítico partido enfrenta el riesgo de un cisma.

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*Video: AFP

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