La secretaria de seguridad nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, se pronunció por la muerte de una niña Guatemalteca que estaba bajo custodia de las autoridades estadounidenses.
"Este es un ejemplo muy triste de los peligros de esta travesía", dijo Kirstjen.
La niña guatemalteca había sido detenida por la policía de frontera del estado de Nuevo México y falleció bajo custodia de las autoridades estadounidenses, un caso que ilustra la dramática realidad de miles de niños que entran ilegalmente a Estados Unidos con sus padres.
Esta tragedia que generó conmoción en Estados Unidos se produce en un momento en que hay casi 15.000 menores extranjeros no acompañados a cargo del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Según las estadísticas estos niños pasan en promedio 60 días en estos centros.
La menor fue identificada como Jackeline Caal, quien viajaba con su padre, Nery Caal (29), dijo a la AFP una fuente del gobierno guatemalteco bajo condición de anonimato.
El Departamento de Seguridad Interior (DHS) informó que el 8 de diciembre una niña murió en un hospital de El Paso, en Texas, menos de 24 horas después de que un grupo de 163 migrantes fueran detenidos en una zona remota de Nuevo México.
Las autoridades indicaron que siguieron los protocolos adecuados y que ahora hay que esperar los resultados de la autopsia que podrían tardar varias semanas. El DHS anunció que se realizará una investigación y que los resultados se presentarán al Congreso y serán públicos.
"Tolerancia cero"
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho de su tolerancia cero contra la inmigración uno de los ejes de su agenda.
Una caravana de miles de migrantes que salió de San Pedro Sula en octubre generó una gran atención mediática y captó la atención de Trump, que durante la campaña para las elecciones de mitad de mandato denunció "una invasión".
Los migrantes huyendo de la pobreza y la violencia de las maras en Honduras, Guatemala y El Salvador arriesgan su vida para llegar a Estados Unidos por los peligrosos pasos de Nuevo México, Texas y Arizona.
Para contener la inmigración, Trump quiere construir un muro en la frontera con México cuyo presupuesto de unos 5.000 millones de dólares es objeto de pugna con la oposición demócrata.
En medio de la implementación de la política de tolerancia cero entre el 5 de mayo y el 9 de junio, 2.300 migrantes menores de edad fueron separados de sus padres, lo que generó indignación en el país y en todo el mundo.
"Podría haber sido mi hija"
El portavoz para medios hispanos del Comité Nacional del Partido Demócrata indicó que desde que el gobierno comenzó con la política de tolerancia cero se ha visto un "aumento de los tratos crueles hacia los migrantes", citando los casos de niños separados de sus padres colocados en jaulas y el uso de gas lacrimógeno.
"Necesitamos que haya una investigación inmediata para asegurarnos que esto no va a volver a ocurrir", dijo la Comisión.
Para la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) "esta tragedia representa lo peor que puede pasar cuando se detiene a niños en condiciones inhumanas".
"Lanzamos un llamado a que haya una investigación rigurosa", afirmó esta ONG.
Ilhan Omar, una refugiada que huyó de la guerra en Somalía y que acaba de ser elegida para el Congreso estadounidense, dijo en Twitter: "Podría haber sido mi hija o la suya".