Con la aprobación del presupuesto general para 2019 que asciende a Q87 mil 715 millones, se fija un reto para la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) para el financiamiento del mismo.
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Los diputados aprobaron que la meta fiscal fuera de Q64 mil 27 millones, la cual fue rebajada por la comisión legislativa de Finanzas, eso significará que el superintendente, Abel Cruz, mejore las acciones para cumplirla si no corre el riesgo de ser destituido.
La nueva meta tributaria representa que se deberá recaudar Q6 mil 564 millones más en comparación a lo programado en 2018 debido a que no se aprobó el presupuesto para este año. Los tributos que mayor aportan a la SAT son el Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto al Valor Agregado.
Cruz consideró que tendrá ventajas el próximo año en las medidas administrativas porque han bajado, y con las cuales espera recaudar Q1 mil 100 millones, pues van orientadas a casos de omisos, declaraciones, utilizando técnicas conductuales para influir en los contribuyentes.
“Consideramos que esa meta es administrable que las anteriores, lo que verán son técnicas más focalizadas de fiscalización, siempre que las autorice el Directorio, más la implementación paulatina de la factura electrónica nos podrá dar esa parte administrativa”, resaltó el superintendente.
Mientras que en aduana se ampliará el Plan Pica que es control de carga, ya que ha dado resultados positivos en Puerto Quetzal y con reformas a la legislación se busca que los depósitos aduaneros temporales implementen controles de revisión no intrusiva.
