No solo los ladrones han saqueado gasolina y diésel de los ductos, afirmó el mandatario. Los empleados de la empresa petrolera estatal Pemex también lo han robado y distribuido, o ayudado a los ladrones al asegurarse de que el combustible continúe fluyendo por los ductos, agregó.
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La Fiscalía General de la República dijo que se han iniciado investigaciones contra tres empleados de Pemex por su probable participación en el delito.
Aunque los ladrones perforan al menos 42 tomas ilegales por día para robar combustible, esto solo representa el 20% de las pérdidas, afirmó el mandatario. El resto presumiblemente fue robado con camiones cisterna que salieron de centros de distribución.
“Hay la hipótesis de que, de todo el robo, solo el 20% se da con la ordeña de ductos, que es una especie de pantalla, que la mayor parte tiene que ver con un plan que se opera con la complicidad de autoridades y con una red de distribución”, afirmó el gobernante.
López Obrador afirmó que gran parte del combustible robado sale de los centros de distribución en unos 600 camiones cisterna diarios, y su valor alcanza unos 10 millones de dólares por día.
Investigaciones
Las autoridades han sospechado desde hace tiempo de la complicidad de empleados de Pemex en el robo de combustible, porque para la perforación de tomas ilegales y la extracción es necesario el conocimiento técnico de gente de la empresa estatal para evitar una explosión.
Sin embargo, el mayor misterio es la manera como se comercializa la enorme cantidad de combustible robado. Vender la gasolina y el diésel simplemente a la orilla de las carreteras no sería suficiente para movilizar todo lo robado.
Unas cuantas docenas de gasolineras están implicadas en la venta de combustible robado, pero tampoco bastarían para comercializar los gigantescos volúmenes saqueados.
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“Si pensamos en 600 pipas (camiones cisternas) diarias, no estamos solo hablando del llamado ‘huachicol’, la ordeña de ductos; estamos hablando de un plan que tiene vinculación al interior del gobierno y que se apoya en un sistema de distribución de combustibles, porque no es fácil distribuir, vender 600 pipas diarias de gasolina”, afirmó el presidente.
Unos de los destinos del combustible robado parecen ser los sitios en construcción, donde se utilizaría en camiones de volteo y maquinaria pesada.
“Muchas empresas, cuando trabajaban en una obra, compraban combustible robado; estoy llamándolos a que eso no se haga”, afirmó López Obrador. “En las grandes obras había depósitos en donde se vendía diésel y gasolina barata”.
Robo excesivo
Las autoridades aseguran que atacando a los empleados corruptos y vigilando los embarques de combustible han logrado reducir los robos desde que López Obrador asumió la presidencia el 1 de diciembre.
Los militares participan en un nuevo plan para vigilar los depósitos de distribución.
Sin embargo, es impresionante la magnitud del problema en el país. Las autoridades encontraron 12.581 tomas ilegales en ductos en los primeros 10 meses del año, equivalentes a 42 por día.
Grupos delictivos dedicados al robo de combustible también han traído violencia a estados antes tranquilos en el centro de México, y con frecuencia reclutan poblados completos para que impidan operaciones policiales y actúen como vigilantes.