Felipe Gómez Alonzo fue el segundo niño guatemalteco en fallecer bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus iniciales en inglés) en un periodo de tres semanas.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Katie Waldman, dijo que Nielsen estaba en Yuma, Arizona, pero no dio más detalles. Días atrás, Waldman dijo que la secretaria tenía programado visitar varias estaciones y subestaciones operadas por la CBP y que además podría reunirse con paramédicos y otros profesionales de la salud, así como con funcionarios locales.
El viernes, Nielsen visitó la también ciudad fronteriza de El Paso, en Texas, pero no se permitió el acceso de la prensa y la secretaría no proporcionó más información. Nielsen hizo el viaje a El Paso cuatro días después de la muerte del niño.
A última hora del viernes, el alcalde de El Paso, Dee Margo, confirmó que él fue uno de los que se reunió con Nielsen, diciendo que ellos hablaron de "nuestras necesidades de inmigración en la frontera".
La declaración de Margo, un republicano, no mencionó la muerte del niño ni si fue mencionada.
Nielsen dijo que la muerte del segundo niño guatemalteco fue “profundamente preocupante y dolorosa” y pidió asistencia médica de otras agencias gubernamentales, incluido el Servicio de Guardacostas.
Mientras Nielsen recorría Texas el viernes, los senadores demócratas Tom Udall y Martin Heinrich le enviaron una carta en la que piden respuestas sobre la muerte del niño.
Felipe y su padre, Agustín Gómez, fueron aprehendidos por agentes fronterizos el 18 de diciembre cerca del puente Paso del Norte, que conecta El Paso con Ciudad Juárez, en México, según la CBP.
Ambos estuvieron detenidos en el centro de procesamiento del puente y luego en la oficina de la Patrulla Fronteriza en El Paso, hasta que alrededor de la 1 de la madrugada del domingo fueron trasladados a unas instalaciones en Alamogordo, Nuevo México, a unos 145 kilómetros (90 millas) de distancia.
Después de que un agente se percató que Felipe estaba tosiendo, padre e hijo fueron transportados a un hospital en Alamogordo, donde al niño se le diagnosticó resfriado, con fiebre de 39,4 grados centígrados (103 Fahrenheit), agregó la CBP.
Felipe quedó en observación durante 90 minutos, se le recetó amoxicilina e ibuprofeno, y se le dio de alta, pero horas después se sintió mal y reingresó al hospital. Falleció poco antes de la medianoche del lunes.
Una autopsia mostró que Felipe tenía influenza, señalaron autoridades de Nuevo México el jueves por la noche, pero es necesario efectuar más exámenes antes de que pueda definirse de qué murió.