Brasil está abierto a albergar una base militar de Estados Unidos para contrarrestar la influencia de Rusia en la región, dijo el presidente Jair Bolsonaro.
El mandatario sudamericano, quien asumió la presidencia el martes, es admirador de su homólogo estadounidense Donald Trump y un enérgico crítico del presidente venezolano Nicolás Maduro.
En entrevista con la televisora SBT difundida la noche del jueves, Bolsonaro dijo que le preocupa la cercanía de Rusia con Venezuela. En diciembre, Rusia y Venezuela efectuaron una misión conjunta de adiestramiento en suelo venezolano que fue criticada por el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo.
“Mi acercamiento con Estados Unidos es económico, pero también podría ser en lo militar”, afirmó Bolsonaro, quien agregó que la base sería “simbólica”, porque el poderío militar estadounidense puede llegar a cualquier parte del planeta.
“Dependiendo de lo que pudiera suceder en el mundo, quién sabe si tendríamos que conversar sobre el asunto en el futuro”, declaró el excapitán del ejército brasileño.
El viernes, a preguntas de la prensa en Brasilia, Bolsonaro dijo que “el pueblo estadounidense es amigo mío”.
La posibilidad de una base militar estadounidense en Brasil no fue discutida abiertamente durante la reciente visita de Pompeo a Brasilia. Bolsonaro no aclaró dónde preferiría que se ubicara dicha base.
Las fuerzas militares de Estados Unidos y Brasil mantuvieron la colaboración de 1941 a 1945, asociación que incluyó una base aérea cerca de Natal.
El entonces presidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt, describió a Natal —el punto más próximo del continente americano a África— como el “Trampolín hacia la Victoria” en la Segunda Guerra Mundial porque permitía el envío de suministros a las fuerzas aliadas en África. Durante parte de la guerra, la localidad costera brasileña contaba con uno de los aeropuertos de mayor tránsito en el mundo.
Después, los gobernantes de Brasil, incluidos los generales durante la dictadura de 1964 a 1985, no veían con buenos ojos la idea de que hubiera bases estadounidenses en el país sudamericano.
El ex secretario de seguridad nacional de Brasil, José Vicente da Silva, considera que una base de ese tipo podría ser una ventaja.
“Tenemos una cooperación de larga data, en especial con la DEA. A los estadounidenses les preocupa la Amazonia debido al tráfico de narcóticos. Brasil cuenta con tecnología estadounidense para vigilar las fronteras y podría obtener nuevas tecnologías”, dijo Da Silva a The Associated Press.